Moscú promete respetar la Carta Olímpica en los juegos de invierno
no es discriminación: vicepremier ruso
Viernes 23 de agosto de 2013, p. 25
Moscú, 22 de agosto.
Como secuela de la polémica que generó en el reciente campeonato mundial de atletismo, celebrado en Moscú, la discriminación de la comunidad LGBT (de lesbianas, gays, bisexuales y transgénero) en Rusia, el Comité Olímpico Internacional (COI) recibió este jueves una comunicación escrita del gobierno de este país, en la cual Rusia se compromete a respetar la Carta Olímpica en los Juegos Olímpicos de Invierno, a celebrarse en Sochi en 2014.
La Carta, entre sus principios fundamentales, establece que el movimiento olímpico aspira a educar a la juventud “a través del deporte practicado sin discriminaciones de ninguna clase…”, en otras palabras, sin importar el color de piel, el sexo o las preferencias sexuales del deportista.
El firmante de la misiva aclaratoria, Dimitri Kozak, viceprimer ministro de Rusia, asegura a Jacques Rogge, presidente del COI, que la ley que prohíbe la propaganda entre menores de edad de las relaciones no tradicionales
(eufemismo por relaciones sexuales entre personas de un mismo sexo) no puede considerarse una forma de discriminación de los homosexuales
.
Afirma Kozak que, si bien el gobierno ruso reitera que ningún miembro de la comunidad LGBT sufrirá discriminación en Sochi, la ley no puede hacer excepciones y se aplicará a todos.
El equivalente de 3 mil dólares o 15 días de cárcel y, si es extranjero, la expulsión del país esperan a cualquier gay que, en opinión de las autoridades rusas, divulguen entre menores los atractivos de ser diferente (por ejemplo, en un reportaje de televisión sobre una acción reivindicativa de sus derechos).
Difundido por televisión a todo el mundo, el beso en la boca que le estampó Ksenia Ryzhova a Tatiana Firova, durante la premiación de la estafeta femenina de 4x400 en el mundial de atletismo, ¿puede calificarse de propaganda lésbica?
En principio sí, a criterio de las autoridades, que son las que se reservan la prerrogativa de imponer multas u otras sanciones, o no hacer nada, atribuyendo como en este caso el ósculo a una simple tradición rusa, aparte de que se indignaron las ganadoras de la medalla de oro cuando se enteraron por la prensa de que lanzaron desde el podio todo un desafío homosexual.
Y esa ambigüedad de la ley de propaganda gay
, que restringe sus derechos, es lo que critica la comunidad LGBT de Rusia, que obtiene cada vez más muestras solidarias desde el exterior.
La más reciente la protagonizó anoche el periodista estadunidense James Kirchick, que en un programa en vivo del canal de televisión satelital Russia Today arremetió contra la ley.
Desde aquí, en el canal propagandístico del Kremlin, me voy a poner mis tirantes (con el símbolo gay del arcoíris) en solidaridad con la comunidad LGBT y hablaré acerca de ese horrible proyecto de ley anti-gay que Vladimir Putin convirtió en ley
, comenzó Kirchick, cuya breve intervención completa se puede ver en este enlace.
Wentworth Miller, protagonista de la serie de televisión Prision Break que acaba de reconocer su homosexualidad, rechazó asistir al Festival de cine de San Petersburgo como invitado especial.
"Gracias por su atenta invitación. Como alguien que ha disfrutado visitar Rusia en el pasado y también puede reclamar un grado de ascendencia rusa, me haría muy feliz responder que sí, sin embargo, como hombre gay que soy, debo declinar”, enfatizó en una carta a la directora del festival.
Miller se mostró "profundamente preocupado por la actitud hacia los hombres y mujeres homosexuales y el trato que les da el Gobierno ruso" y aseveró que no puede participar en un festival de un país donde "a la gente como yo se le niega el derecho elemental de vivir y amar abiertamente”.
Por el mismo motivo, se negó a venir a Rusia el dramaturgo alemán Marius von Mayenburg, quien debía asistir al estreno en Moscú de su obra La piedra y dictar una conferencia magistral.