Sí hay un daño, tiene secuelas viejas debido a las distintas cirugías en corazón, rodillas, cadera, así como por las caídas que ha sufrido por infartos en su longeva vida, en la que su salud se ha ido deteriorando al paso de los años, dijo Andrés, al describir la situación de su padre, el entrenador de marcha Jerzy Hausleber.

No se da abasto para atender a sus padres, pues mientras el profe sigue hospitalizado en el Centro Médico Nacional Siglo XXI, su madre está postrada en cama porque le amputaron una pierna.

La familia Hausleber Kolowska no ha parado en lo que va del año de ingresar al hospital, pero el Padre de la Marcha mexicana tiene inmensas ganas de vivir para estar al pendiente de mi mamá y cuidarnos, comenta el menor de los vástagos.

El entrenador mexicano de raíces polacas ha tenido un leve progreso y sólo estamos esperando ver cómo reacciona, porque aunque se le han realizado tomografías en la cabeza, neurólogos y cardiólogos esperan los resultados para saber si es una embolia o infarto cerebral y qué consecuencias habrá en su salud.

Continúa en la valoración de protocolo, pero será trasladado al hospital de Neurología. Mi padre balbucea y tiene poco movimiento, refiere Andrés.

“No le dio una crisis convulsiva, los médicos creen que fue un mareo y se dio el guamazo en la casa (golpe en la cabeza), pero estaba consciente. Al día siguiente no se movía ni hablaba y regresamos otra vez al hospital”, refirió el apodado Conde.

Hausleber sufrió una caída el pasado martes, un día después de pasar a saludar a algunos funcionarios de la Conade y de preparar su regreso a la actividad para ofrecer cursos en el Comité Olímpico Mexicano.