En sus inicios, las reuniones de música tecno, trance, goa o cualquiera de los subgéneros de la música electrónica llamados raves, eran democráticas: no existía eso de las áreas VIP ni se cobraban precios tan altos, como si se fuera a escuchar a Los Rolling Stones, comenta el experimentado diyéi Chrysler, quien ha sido de los pocos latinoamericanos en tocar en la extinta Love Parade de Berlín, en el escenario principal ante alrededor de un millón de personas.

Chrysler, quien ha compartido escenario con artistas del nivel de David Bowie, y montadiscos y productores como Paul Van Dyk, Felix da Housecat, diyéi Hell o Miss Kitten, es pionero en México de esas reuniones, habituales en los años 90. El pinchador ha recorrido varias partes del mundo, como Japón, Serbia y Estados Unidos, presentándose en festivales, como el mencionado de Alemania (fue el único latinoamericano en la edición 2003), o en legendarios clubes, como el Tresor, de Berlín.

Tiene un acto en vivo de nombre Plastic Surgery Project (PSP), que muestra tendencias que van del neopunk al electrotec. Además, es creador de instalaciones sonoras que se han presentado en galerías de arte. También se presenta en espectáculos y desfiles de moda, en los que muestra sus tecno paisajes. Se dice que sus sets se encaminan por las vertientes del sonido electro-clash y minimal techno-house.

Smart drinks y colores sicodélicos

Esa nostalgia de los primeros años del tecno en México la recreará este jueves en la fiesta llamada Rave Epico Imperial, en la que no sólo habrá eso que ahora suena antiguo: smart drinks y colores sicodélicos.

Es como una fiesta vintage en la que las rolas provendrán de discos de acetato, algo que los ahora nuevos diyéis han dejado de lado, primero porque no saben pinchar y luego por la llegada de los programas en los que sólo se da el play y la música suena.

“Lo que ha hecho la tecnología digital es que ahora cualquiera pueda llamarse diyéi. Está bien, siempre y cuando muestre su background musical y su sensibilidad al hacer sets. Muchos, como (David) Guetta, llevan sets prefabricados que hacen pensar que son un fraude. De hecho, él tuvo que ofrecer disculpas en una ocasión porque sus rolas no correspondían al lugar ni al momento de su presentación; paró la fiesta y pidió perdón. Es decir, como diyéi tienes que modificar tu música conforme la reacción de la gente y respecto de la interacción que tiene con ella; eso debería ser lo más importante para cualquiera”, comentó Chrysler a La Jornada.

El productor dijo que “antes no existía eso de las áreas VIP. Los raves se iniciaron precisamente en respuesta al clasismo que había en las discotecas. Por eso comenzaron en la calle, a la que podían asistir personas de cualquier cultura o clase social. Era una reunión democrática, ahora no. Además, en la actualidad es carísimo asistir a una fiesta de tecno, por eso es importante echar un vistazo a la nostalgia”.

Chrysler, quien fue de los pioneros en el país en formar parte de carteles de memorables fiestas, como las de Aceite (que a inicios de los años 90 reunieron a unas 3 mil personas en el Polyfórum Cultural Siqueiros) o Ecosistema (en Xochimilco), no se niega a la tecnología “porque hay veces que tienes que crear un track con un software en el momento”. Sin embargo, insiste en seguir creando y recreando piezas a partir de sus acetatos, con los que ha hecho de igual manera performances e instalaciones sonoras.

El Rave Épico Imperial se efectuará el próximo jueves 15 de agosto, a las 21 horas. La cita es en General Prim 32, colonia Juárez. Entrada: 50 pesos.