Garrett, Payton, LaVette y DeFrancesco, juntos en Guadalajara
espués de siete años de organizar conciertos, seminarios y talleres en diferentes puntos de Guadalajara (incluido un festival de músicos locales en 2008), con las alforjas cargadas de experiencia y simiente, la Fundación Tónica está lista para dar vida al primer Encuentro Internacional de Jazz en Jalisco, un acto de enormes proporciones que dará inicio este viernes 2 de agosto con un homenaje al maestro Enrique Nery.
El encuentro evidenciaba su grandeza (cualitativa y cuantitativa) desde el momento en que era anunciado. Arrancar, por ejemplo, con un homenaje a Enrique Nery, a ese pianista tan sutil como perturbador, a ese compositor tan mexicanista como universal, pinta de cuerpo entero la calidad conceptual de los organizadores. Y en el rollo de los cuántos, digamos que se trata de un maratón de 10 días saturados
de actividades.
A saber, y gracias al apoyo de la Secretaría de Cultura de Jalisco, en el encuentro están contenidos un festival internacional de jazz, un festival local de jazz y blues, un ciclo de conciertos estelares, un ciclo de conciertos alternos, un ciclo de conciertos didácticos, un seminario internacional, algo que se denomina Jazz para Bajitos (dedicado a los niños), además de infinidad de talleres, charlas y mesas redondas a cargo de especialistas de México y el extranjero. Ah, y un ciclo de cine.
Parecería algo obeso, pero si la logística queda bien aceitada y los vuelos logran aterrizar sin contratiempos, el Encuentro Internacional de Jazz en Jalisco va a marcar un hito en nuestra historia musical. Ojalá.
Ante la imposibilidad de enlistar aquí a los más de 200 músicos, productores, investigadores, periodistas y etcéteras que van a dar cuerpo al encuentro durante una semana y media, mencionemos algunos de los nombres con mayor trayectoria.
Entre los invitados internacionales, los boletines de prensa destacan la presencia del sax de Kenny Garrett, la trompeta de Nicholas Payton, la voz de la señora Bettye LaVette (quien está cumpliendo 50 años de carrera en el soul) y el órgano de Joey DeFrancesco, quien seguramente también cantará (y en una de ésas hasta pulsará la trompeta).
Entre los mexicanos destaca la voz de Iraida Noriega (sumamente cotizada entre los tapatíos), la guitarra de Álex Otaola (quien está por presentar Infinito, disco virtual que permite hacer mezclas y permutaciones en un número que alcanza 69 ceros –…–), el poder de la banda Troker, el virtuosismo de Álex Mercado y de Mole, la elegancia de Gil Cervantes, la expresividad de A Love Electric y la santa espesura de Chocolate Smoke Gang (nomás imagínense juntos a Remi Álvarez, Nicolás Santella, Carlos Maldonado, Blair Lathan y Gabriel Puentes).
Para pensar, debatir y reflexionar, están programadas seis mesas de diálogo, con los temas Gestión cultural desde la función pública, Moderadores y festivales de jazz, Mercados de la música independiente, Medios especializados en jazz y música creativa, Aplicaciones y redes para artistas independientes y Educación del jazz en México. Pero además habrá charlas matutinas y vespertinas a cargo de Juan Alzate, Alonso Arreola, Agustín Bernal, Germán Bringas, Steve Cárdenas, Chris Cheek, Alain Derbez (quien presentará un libro de poesía), Kurt Elling, Adrián Escamilla, Nicholas Payton, Ben Perowsky, Ernesto Ramos, Jay Rodríguez, Gerry Rosado y varios varios más. Los detalles los encuentras en tónica.
La Fundación Tónica es una asociación civil concebida por la vocalista y productora Sara Valenzuela y el trompetista e investigador Gil Cervantes. Entre ambos han armado un agresivo y vital contubernio que está cambiando radicalmente el rostro del jazz en Guadalajara, y con el tiempo, por supuesto, por fortuna, salpicarán al resto del país. Salud.