Paola y Laura son las mejores, señaló
Viernes 2 de agosto de 2013, p. a14
Barcelona trae gratos recuerdos a Marijosé Alcalá, y más ahora que los clavadistas mexicanos hicieron el mejor papel de su historia al ganar cuatro medallas de bronce en el Mundial de la ciudad española. Eso le da gusto porque para Río de Janeiro 2016 hay garantía
de que se generarán preseas en los saltos ornamentales y en otros deportes olímpicos.
Alcalá, primera medallista mundial en la rama femenil para México con un bronce en Roma 1994, se congratula de que su disciplina siga siendo la columna vertebral del deporte nacional en los certámenes de gran envergadura, pero aún más, porque fuimos nosotros, desde (Joaquín) Capilla, (Carlos) Girón, (Jesús) Mena y (Fernando) Platas los que abrimos la brecha para las nuevas generaciones
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A la directora de Cultura Física y Deporte del IMSS no le asombra que los clavados sean el principal aportador de preseas en las justas internacionales, sino su evolución en los años recientes, cada vez con saltos de alto grado de dificultad, en la que los mexicanos están a la vanguardia y las medallas se reparten por mínima diferencia de puntos.
Ser finalista en una prueba, y más en la individual, a veces se demerita, sobre todo cuando no se logra una presea, refiere Alcalá, quien aplaude las actuaciones de Paola Espinosa, Laura Sánchez, Alejandra Orozco, Germán Sánchez, Iván García, Alejandra Estrella, Arantxa Chávez.
Elogia a los que subieron al podio: Kevin Chávez, Yahel Castillo, Rommel Pacheco y Jahir Ocampo en la piscina de Montjuic, donde ella compitió en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, así como a Jonathan Paredes, en la plataforma de 27 metros.
Alcalá asegura que ser seleccionado es una garantía de resultado y hay esperanza de que se haga un buen papel
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Sobre Paola y Laura dijo que pese a sus edades (más de 30 años), su experiencia es lo que vale y son las mejores. Las que vienen tienen un paquete grande para superar sus resultados
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