El Safari Urbano en Tepito es un proyecto teatral performático y sociocultural, el cual consiste en acercar a las personas que no viven en esa zona, mediante recorridos a pie por las calles y que, de modo paralelo, se adentren en la intimidad de algunos hogares de ese barrio de la ciudad de México.

Así lo explica la actriz holandesa Adelheid Roosen, quien ha desarrollado un concepto de interacción con actores, productores de teatro y público en general con habitantes de barrios marginales.

Adelheid Roosen, quien visita México, inició hace un par de días –junto con el reconocido actor mexicano Daniel Giménez Cacho– un taller teatral en el que comparte experiencias con personas que viven o trabajan en Tepito.

Este concepto en “forma de adopción y performance” se ha experimentado con bastante éxito en Ámsterdam y se conoce como WijkSafari (SuburbSafari), lo cual refiere que es una travesía hacia paisajes de la ciudad que antes no se conocían.

Este es un proyecto cultural donde se propone el enfoque holandés en temas de igualdad, tolerancia y no discriminación, manifiesta la directora de Female Economy, quien con Giménez Cacho asesora y ofrece comentarios a los talleristas convocados en un espacio ubicado frente al mercado Granaditas.

Polarización en México

La invitación a Roosen, indica Giménez Cacho, surgió a partir del programa para Canal Once que prepara el actor en Tepito, el cual se títula Crónicas de castas y posee el mismo espíritu que el proyecto de la directora holandesa.

En esta serie que se transmitirá por televisión, prosigue el actor, se da cuenta sobre las fronteras que vivimos en torno al racismo, así como de aspectos culturales, económicos y sociales, los cuales cada vez están más polarizados en México.

Nos enfocamos, subraya, en cómo conocer al otro individuo para no tenerle miedo y para saber que enfrente de mí tengo a alguien que es mi hermano mexicano.

Sin duda, expresó Giménez Cacho, el teatro es una gran herramienta para derribar fronteras y lograr que se escuche uno al otro, dialoguen y se conozcan.

Este fue el origen del taller donde el concepto teatral de Roosen se aplica y diseña en Tepito, barrio con una situación socioeconómica compleja en cuanto a igualdad de género, tolerancia, violencia y discriminación.

Respecto del trabajo de la directora holandesa, Giménez Cacho detalla que la finalidad del proyecto consiste en encontrarse con el otro, con quien es diferente a ti.

Adelheid Roosen ha creado un método en el cual un actor o actriz son adoptados un par de semanas en casa de uno de los lugareños y en ese lapso se encuentran y empiezan a hablar de sus intereses y obsesiones en un nivel de igualdad.

Durante esa interacción, explica el actor y director, los individuos se aceptan como iguales y con base en temas que los obsesionan realizan un texto, ensayan y representan la obra en la casa de adopción.

El Safari urbano se inicia cuando el público visita y recorre ocho casas mientras, a la par, se observan acciones performáticas callejeras provocadas y ensayadas.

Es un sistema, señala, muy complicado de horarios, porque unos salen, algunos se mueven a otro lugar o se cruza un automóvil del cual desciende una chica que canta y luego se echa a correr.

La idea, retoma Adelheid Roosen, es simple: Las personas se deben mantener abiertas, sin prejuicios.

“A mí –ejemplifica– no me importa si eres de determinado partido político, porque no se trata de un debate, sino de tener un diálogo para conocerte y no juzgarte; la misma situación debe pasar conmigo”.

Mi trabajo, manifiesta, se relaciona con ese algo que llamamos el otro. Y, en mi opinión, el otro no existe, porque también soy yo, o tú o los demás.

Por ejemplo, detalla, existe una distancia cuando no se conoce a alguien y, alguna vez, cuando era niña pregunté para qué servía esa distancia y la respuesta fue que como sociedades es para mantener la seguridad, pero creo, que es todo lo contrario.

Esto significa, añade, que si no entro a tu espacio para conocerte, nunca lo haré y, por tanto, si no te conozco te tendré miedo.

Con esa convicción, Roosen recuerda que su trabajo ha sido en llevar individuos de los suburbios a teatros importantes, con todo y alfombra roja. Lo mismo pasa con las personas que habitan en zonas céntricas y han sido trasladadas a diversos barrios.

Jornada hiperrealista

En Holanda, con el SuburbSafari los lugareños recibían al público en sus casas en un momento acordado con anterioridad. El público camina en una calle que no conocía y entra en una realidad íntima. De esta forma, en cada casa se encuentra en compañía de otros participantes. Este fue el comienzo de una jornada hiperrealista que hizo posible encuentros muy intensos y profundos.

El SuburbSafari, refiere la creadora escénica, propone una serie de rutas, donde la audiencia es testigo de performances realizados por los actores de la compañía de teatro Female Economy en conjunto con sus familias adoptivas del barrio de Slotermeer.

Safari urbano en Tepito lo desarrollará Giménez Cacho con la cooperación de la directora holandesa, aunque aún no tiene fecha. El actor adelanta que existe interés de la directora del Festival de México en el Centro Histórico para presentar este concepto teatral en marzo de 2014.

Esa iniciativa ha sido realizada gracias al apoyo de la Embajada de los Países Bajos en México, en colaboración con la Escuela Nacional de Artes Teatrales, el Centro de Estudios Tepiteños, que dirige Alfonso Hernández y el actor Daniel Giménez Cacho.