La magna exposición Sorolla y América, la cual se prepara para ser inaugurada el próximo diciembre en Estados Unidos, servirá para rendir tributo al artista valenciano.

Asimismo, se develará la historia del paso del pintor por el vecino país del norte, así como la fama inusitada que lo consagró a escala internacional.

Así lo explica Marco Antonio Silva Barón, curador e investigador del Museo Nacional de San Carlos, recinto que desde el pasado 20 de marzo alberga la muestra Prodigios de la luz: Sorolla y sus contemporáneos, con más de 50 piezas de Joaquín Sorolla y Bastida (1863-1923) y otros representantes de la pintura española de finales del siglo XIX y principios del XX.

La exposición de Sorolla en Estados Unidos, adelanta el experto, se montará en Dallas (Texas) y San Diego (California) y concluirá en Madrid, de diciembre de este año a enero de 2015.

Exponente del luminismo

El paso de Joaquín Sorolla y Bastida por Estados Unidos fue muy importante debido a que desde entonces obtuvo una fama internacional inusitada e hizo que se convirtiera en uno de los artistas más conocidos alrededor del mundo, detalla Silva Barón.

La exposición será montada en el Meadows Museum de Dallas, después en el San Diego Museum of Art y, finalmente, será presentada en la capital española. Este homenaje al pintor –agrega– lo organizan los citados recintos estadunidenses y la Fundación Mapfre.

Al cumplirse un siglo de las exposiciones que se montaron con la obra de Sorolla en territorio estadunidense, ambos recintos decidieron organizar este gran homenaje, puntualiza.

Lo anterior surge a propósito de la muestra Prodigios de la luz... que se exhibe en el recinto de la colonia Tabacalera, la cual hasta la fecha ha sido visitada por más de 30 mil personas y se prorrogó para concluir en septiembre con la finalidad de ofrecer un panorama de la pintura ibérica de esa época.

Durante un recorrido por las salas que ocupan la exposición, Marco Antonio Silva subraya la importancia de Remendando redes, la cual es una de las obras que serán prestadas para la muestra Sorolla y América.

Esa obra, indica Silva Barón, combina la perfección técnica buscada en esa época, en la cual se observan las pinceladas sueltas y más elaboradas, con empastes perfectamente localizados para dar los focos lumínicos y para destacar la profundidad en el tema.

La magistral pieza de carácter totalmente mundano, muestra a una mujer tejiendo una red, pero Sorolla estudió la forma, la expresión de ella, el trabajo mismo y su entorno, incluso se ofrece una idea del clima.

Remendando redes, prosigue el especialista, reúne distintos ámbitos de lectura que oscilan desde el técnico, estético-plástico hasta al meditativo y de exploración de lo cotidiano elevado a una categoría artística muy importante.

El reconocimiento que obtuvo Sorolla con sus obras, asevera el curador, se generó gracias a la técnica y su combinación entre el color, la pincelada, las temáticas y su oficio como artista; y por otro lado, se debe reconocer que entre las mismas élites y la aristocracia se recomendaban entre ellos el trabajo del autor.

Sorolla, agrega, viajó y trabajó intensamente hasta lograr la fama y reconocimiento que buscaba. “La fama de un artista –añade Silva Barón– resulta de la combinación de diversos factores y este fue el caso del valenciano”.

Es considerado el principal exponente del luminismo, corriente que reinterpretó de forma personal, al atribuir mayor importancia a la luz en sus obras, donde se aprecia su preocupación por captar los efectos de la luz en el instante en que se pinta la escena, elemento que en esa producción se convirtió en un fin en sí mismo.

La exposición Prodigios de la luz... se integra con obras del acervo del Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana, Cuba, y colecciones privadas de México.

Más de 50 piezas se muestran a 90 años del fallecimiento del artista y como parte de los festejos por el 45 aniversario del recinto de Puente de Alvarado 50, colonia Tabacalera. Visitas de martes a domingo, de 10 a 18 horas. Los domingos, entrada gratuita.