Alto costo de conexión a Internet, desconocimiento y desconfianza, las causas
cómputo en la nube
Esta tecnología reduce los costos e incrementa la eficacia de los recursos, señala experto
Jueves 25 de julio de 2013, p. 43
Aun con las ventajas informáticas, tecnológicas y hasta ambientales que conlleva su uso, el empleo del cómputo en la nube
(cloud computing) en México es bajo.
Fabián Romo Zamudio, director de Sistemas y Servicios Institucionales de la Dirección General de Cómputo y Tecnologías de la Información y Comunicación (DGTIC) de la UNAM, lamentó que en el país la utilización de esa tecnología –que permite a los usuarios acceder a su información y servicios desde cualquier equipo conectado a la red para evitar pérdidas– sea inferior al 25 por ciento del mercado potencial, cifra menor de lo esperado en una economía situada entre las primeras 20 a escala mundial.
El académico subrayó que este déficit se explica por tres razones: la económico-ténica, debido a los altos costos de la conexión a Internet en el país y la mala calidad del servicio; el cultural, por el desconocimiento generalizado de qué implica; y el de confianza, pues mucha gente piensa que al acumular información en la red no está segura.
De acuerdo con el más reciente informe sobre telecomunicaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el acceso a la red en México es de los más caros del mundo y las velocidades de navegación ofrecidas de las más lentas. De las 34 naciones que forman parte de ese organismo, México ocupa el lugar 21 por costo de acceso y está en la última posición si se toma en cuenta la velocidad promedio de interconexión a banda ancha.
En promedio, un mexicano paga más de 90 dólares mensuales por un soporte de 2.5 y 15 Mbps (millones de bits por segundo), seguido por Luxemburgo, donde se cobran casi 60 dólares al mes, siendo la segunda nación más cara por este servicio; España (59 dólares), y Chile (55 dólares). El costo en México es 418 por ciento más caro que Grecia, donde se pagan 22.25 dólares, que lo ubica como el país más barato en este sentido.
El promedio de descarga en territorio nacional es de entre 10 y 40 kilobits por segundo, 100 veces menor al de Suecia (primer lugar), con velocidad de un millón 24 mil kilobits. “El ‘cómputo en la nube’ requiere una conectividad con buen ancho de banda, y México ocupa uno de los últimos lugares en ese sentido, con un promedio de cinco Mbps, por ello el beneficio a esta tecnología se ve limitado”, indicó Romo Zamudio.
En comparación con otras naciones, sobre todo desarrolladas, los precios y la calidad de este servicio en el país es a veces entre cinco y seis veces más costoso y mucho más lento, esto debido a la escasa competencia en el ramo. Uno de los paquetes más usados en Estados Unidos tiene un valor de 100 dólares mensuales (mil 300 pesos), pero no incluye sólo un teléfono, sino hasta cuatro dentro de la misma renta, con Internet ilimitado y televisión por cable. En México un plan similar se puede multiplicar por dos o cuatro o más
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La nube
está basada en la disponibilidad vía Internet de aplicaciones, infraestructura y software, lo que permite a los usuarios acceder a su información y servicios en cualquier equipo conectado a la red. Hay una especie de omnipresencia, donde haya una conexión puedo tener acceso a toda mi información, ya no tienes que cargar con las USB, los CD u otros archivos
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Gracias a la capacidad en aumento de servidores centrales, el volumen de memoria y velocidades de conexión remota con los dispositivos de almacenamiento, es posible desarrollar grandes acervos de datos, música o video, disponibles en cualquier parte del mundo. En un futuro cercano, podría albergar hasta 50 por ciento de toda la capacidad de cómputo disponible para los usuarios en el mundo.
Luis Téllez Valdés, experto en derecho informático del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, indica que las cinco características esenciales de la nube
son: “autoservicio a la carta, amplio acceso a la red, reservas de recursos en común, rapidez y elasticidad y servicio supervisado.
En el avance de su libro Implicaciones legales del cómputo en la nube, Téllez Valdés sostiene que esta tecnología reduce los costos e incrementa la eficacia de los recursos y las soluciones tecnológicas, las cuales también se traducen en beneficios para el medio ambiente. Citando diversos estudios internacionales, el académico sostiene que el aprovechamiento del cloud computing puede reducir el uso de energía entre 30 y 90 por ciento de las organizaciones usuarias.