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El reloj social no debe sujetarse a tiempos de Monsanto: activistas

Exigen a Sagarpa cancelar solicitudes para siembra de maíz transgénico
 
Periódico La Jornada
Jueves 25 de julio de 2013, p. 17

El reloj social para salvar los maíces criollos no debe estar sujeto a los tiempos de Monsanto ni a otras industrias que pretenden apropiarse de dicho cultivo estratégico para la humanidad, expusieron integrantes del Colectivo Carnaval del Maíz durante un mitin afuera de las instalaciones de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).

Demandaron no conceder los tres permisos solicitados por Monsanto para la siembra comercial de grano transgénico en en 12 millones de hectáreas de Chihuahua, Durango y Coahuila. El plazo que tenía el gobierno para responder a la trasnacional ya venció, señalaron.

En una carta firmada por 17 mil 500 personas, exhortaron al titular de Sagarpa, Enrique Martínez y Martínez, corte todo tipo de vínculos con Monsanto, protejer la identidad y biodiversidad del grano y que se pronuncie en contra del maíz transgénico que promueven Monsanto, DuPont y Dow Chemical.

En la reja de entrada a la sede de Sagarpa, Javier Díaz colocó el reloj social, en el que la imagen de una campesina deja caer semillas de maíz del receptáculo superior al inferior, en un reloj de arena de cartón; al transcurrir el tiempo, se voltea y aparece una semilla de maíz transgénica en la que sobresale una calavera. Es la llamada de atención a las autoridades para que preserven alimentos sanos para la población y una protesta por el uso del grano para elaborar diésel y plásticos, entre otros artículos industriales, en lugar de preservar al grano como alimento vital para la humanidad, expuso.

Paula Pinete comentó que minutos después del arribo del grupo de manifestantes a la Sagarpa, llegaron Ariel Álvarez y Sol Ortiz García, secretario ejecutivo y directora de información y fomento a la investigación de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Cibiogem), respectivamente, quienes los eludieron, y ante la insistencia de que explicaran por qué no hay una respuesta contundente a los reclamos, dijeron que la población no tiene por qué conocer los resultados de los cultivos experimentales.

Las tres trasnacionales presentaron 195 solicitudes para la siembra piloto y experimental de maíz transgénico, cuyos resultados no se han hecho públicos.