e inició la liga mexicana con partidos entretenidos y uno que otro gol vistoso, mientras el Tri sigue generando más dudas que certezas, con triunfos sufridos, por la mínima, ante rivales tan pequeños como el magro nivel futbolístico de la Concacaf.

Y mientras la liga está entre las mejores del mundo –es la cuarta en cuanto a promedio de asistencia a los estadios–, la selección vive una de sus peores épocas, con un representativo mayor que va dando tumbos en la eliminatoria rumbo a Brasil y un Tri suplente que se conforma con ganar apenitas.

Ganar es ganar, con eso es suficiente, expresó Chepo de la Torre después de la victoria sobre Trinidad y Tobago, en la versión futbolera del haiga sido como haiga sido.

El rival en semifinales es Panamá, que ya venció al Tricolor en etapa previa, y para la final se vislumbra el choque ante un renovado equipo estadunidense.

El equipo ha unificado críticas: no tiene ideas y las victorias han sido por los contrincantes, no por el volumen de juego. Por el contrario, la escuadra de Jürgen Klinsmann muestra un futbol compacto y múltiples variantes ofensivas. Juegan a algo, o por lo menos lo intentan.

En caso de que se encuentren en la final, los favoritos no serán los mexicanos.

Y los contrastes entre una liga competitiva –aunque la tachen de irregular– y una modesta selección puede verse desde la jornada uno en la tabla de goleo copada por el talento foráneo: Darío Benedetto, Matías Vuoso, Avilés Hurtado, Héctor Mancilla, Jefferson Montero...

Los equipos mexicanos no forman el talento, lo importan por comodidad o por los manejos turbios de las transacciones. Y mientras esto siga así, el Tri estará reducido a 11 jugadores esforzados, pero limitados y con escasa creatividad, como se está viendo en la Copa Oro.

La Liga Mx estrena nombre. La institución bancaria que ahora la patrocina pagaría unos 30 millones de dólares por tres años, a reparto equitativo entre los 18 clubes y con la obligación de invertirlo en fuerzas básicas.

Si los equipos en realidad lo destinan a sus divisiones inferiores, también deberían pensar la forma en dar un sitio en primera división a tanto jugador que se queda en el camino por falta de oportunidad.

El torneo Apertura 2013 empezó con un Atlas que sigue jugando a pesar de sus adeudos. Y protagonizó el mejor duelo, un emotivo 3-3 ante Tijuana, con triplete del debutante argentino Benedetto, quien llegó para suplir a Duvier Riascos, de tan infaustos recuerdos por el penal fallado en la Copa Libertadores.

Sin embargo, los Xolos parece que perdieron la solidez defensiva que los caracterizaba con Antonio Mohamed, quien reconoció que en Argentina ganará 10 por ciento de lo que cobraba en el equipo tijuanense.

Otro que sueña con irse es Teófilo Gutiérrez, quien ya fue borrado del primer equipo cementero. Al colombiano le sobra talento en los botines, pero se empecinó en ir al River Plate. Pero la culpa no es de él, sino de la directiva celeste que contrató a un elemento que abandonó al Trabzonspor de Turquía, empujó a un árbitro, se negó a viajar con el Racing y se dijo que hasta amenazó con una pistola de juguete al portero Sebastián Saja.

Y hablando de indisciplinados, Ángel Reyna debutó con el pie derecho con los Tiburones Rojos, al marcar gol de último momento en el empate ante Jaguares. Al apodado Pleititos también le sobra calidad en los pies, pero ha salido de mala manera de América, Monterrey y Pachuca. A ver cuánto tiempo se dedica sólo a jugar y se mantiene alejado de los problemas extracancha que empiezan a caracterizar su carrera. La fiel afición del puerto merece ya festejar algo más que el carnaval.

En el mismo sentido, Giovani dos Santos suma ya siete equipos en su corta trayectoria. Pero ya prometió que en el Villarreal sí se va a portar bien.

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