Primer semestre famélico
Segunda mitad, en el aire
Afore: ¿y el edén ofrecido?
endría que registrarse un segundo semestre excepcionalmente bueno para que se cumplan los pronósticos económicos gubernamentales, por mucho que el grueso –por no decir todos– de los analistas de instituciones nacionales y foráneas coindicen en que, si bien va, México reportaría un tasa de crecimiento
cercana a 2.5 por ciento (y descontando). El balance de la primera mitad de 2013 resulta más que famélico, y hasta ahora las buenas
perspectivas para la segunda sólo se sustentan en el discurso oficial, o lo que es lo mismo, en nada.
Mientras se cumplen los tiempos, la realidad hace su chamba y llega –en el hipotético caso de que suceda– el México que todos deseamos
(Peña Nieto dixit), va una suerte de corte de caja elaborado por el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) sobre algunos de los indicadores económicos que ayudarían a cumplir la mágica oferta presidencial.
En los primeros cinco meses del año la actividad industrial retrocedió 0.1 por ciento en términos reales respecto al mismo periodo de 2012, producto del descenso de tres de los cuatro sectores que la integran. La construcción se redujo 1.7 por ciento; la electricidad, agua y suministro de gas por ductos al consumidor final y la minería disminuyeron 0.6 por ciento cada una; mientras las industrias manufactureras crecieron sólo 0.6 por ciento.
Si bien la industria mexicana se encuentra sujeta, en gran parte, al desempeño de la industria estadunidense, que se ha reducido por el lento avance de la demanda global, recientemente la menor demanda interna asociada al bajo crecimiento de la inversión ha retrasado en mayor medida el crecimiento de la producción. No obstante, se espera que para el segundo semestre mejore esta situación, toda vez que los resultados de algunos indicadores de la economía estadunidense parecen evolucionar de manera más positiva.
La producción industrial tuvo un avance de 1.39 por ciento en mayo respecto al mes anterior, con base en cifras desestacionalizadas. Esto se debió a un incremento mensual de 2.51 por ciento en la industria de la construcción, que dio el mayor impulso, en tanto que las industrias manufactureras crecieron 0.98 por ciento, la minería 0.80 y la electricidad, agua y suministro de gas por ductos al consumidor final 0.28 por ciento.
No obstante, en comparación anual la actividad industrial creció en mayo sólo 0.5 por ciento en términos reales respecto al mismo mes del año anterior, después de que en abril registró una tasa anual de 3.3 por ciento. A su interior, las industrias manufactureras aumentaron 2.2 por ciento, resultado de un mejor desempeño en algunas ramas como las de equipo de transporte; computación, comunicación, medición y de otros equipos, componentes y accesorios electrónicos; prendas de vestir, y maquinaria y equipo, entre otros; en tanto que la electricidad, agua y suministro de gas mejoró solamente 0.1 por ciento.
Por el lado de la inversión, de acuerdo con el Inegi, en abril pasado aumentó 5.92 por ciento anual, proporción inferior a la reportada en el mismo mes de 2012, cuando creció 8.25 por ciento. Además, el valor de su índice se situó por abajo de su máximo observado en octubre de 2008, antes del periodo de crisis, presentando una pérdida acumulada de 5.85 por ciento con respecto a dicha fecha. Lo anterior, a juicio del CEFP, se explica principalmente por la pérdida de fortaleza de la construcción
, ya que en abril sólo avanzó 0.46 por ciento, cuando un año atrás se incrementó 5.68 por ciento.
Durante el periodo enero-abril de 2013, la inversión total registró un crecimiento de 1.39 por ciento, que discrepa
del aumento que tuvo en el mismo periodo de 2012 (8.54 por ciento), lo que incide adversamente en los fundamentos económicos internos, dado que se observa una menor dinámica en uno de sus pilares. Ajustada por estacionalidad, la inversión disminuyó 1.31 por ciento en el cuarto mes del año, mientras un mes atrás se redujo 1.30 por ciento.
El comportamiento de la inversión se podría explicar, en parte, a que el crédito otorgado por la banca comercial al sector privado (empresas y personas físicas) continúa perdiendo fortaleza: pasó de un incremento real anual de 10.46 por ciento en el cuarto mes de 2012 a 6.23 por ciento en el mismo mes de 2013. A lo anterior se agrega el desplome de las ventas en los establecimientos comerciales: en términos anuales, las de mayoreo cayeron 5.09 por ciento en el periodo enero-abril, y las de menudeo, las cuales están determinadas por el comportamiento del consumo interno, pasaron de un alza de 4.66 por ciento a una reducción de 0.17 por ciento (influidas también por el menor crecimiento real del crédito al consumo por parte de la banca comercial).
Por lo que toca a la inflación, el índice de la canasta básica presentó un aumento mensual de 0.17 por ciento en junio, mientras en el mismo mes de 2012 había tenido un alza de 0.25 por ciento. En términos anuales, su tasa fue de 5.56 por ciento, inferior al 5.81 por ciento que mostró un año antes. Por otra parte, el valor de los alimentos, tanto agropecuarios como procesados, registró un cambio mensual de -1.27 por ciento en el sexto mes de 2013, cifra que contrasta con el incremento que tuvieron en junio de 2012 (1.35 por ciento). En términos anuales, su variación fue de 5.82 por ciento, por debajo de la que tuvo un año atrás (8.54).
Con la información de junio de 2013, la inflación general anual promedio en el segundo trimestre de 2013 fue de 4.46 por ciento, lo que implicó un repunte, dado que en el trimestre anterior fue de 3.69 por ciento. Además, representó el nivel inflacionario más alto de los últimos tres trimestres, se alejó de la meta del Banco de México y se ubicó por arriba del límite superior del intervalo de variabilidad.
Las rebanadas del pastel
Y de cereza, el promisorio futuro para los pensionados: una salida histórica mensual de recursos de extranjeros por 54 mil 568 millones de pesos en el mercado de bonos en junio fue uno de los factores fundamentales que ocasionaron que, por segundo mes consecutivo, los recursos en custodia de las Afore registraran un marcado descenso bimensual (mayo-junio) de 7.5 por ciento, informó el Grupo Financiero Citi-Banamex. Desde finales de 2008 y principios de 2009, cuando la economía se encontraba en recesión, el sistema de pensiones en México no había tenido un desempeño tan desfavorable como el observado en mayo y junio de este año
(La Jornada, Israel Rodríguez).
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