Nairo Quintana, un colombiano de 23 años, finaliza en un histórico segundo lugar
Alberto Contador concluye en cuarto sitio, luego de tener malos resultados en las últimas etapas
Tras los sorpresivos resultados, puede perfilarse un cambio generacional en el ciclismo
Lunes 22 de julio de 2013, p. 2
París, 21 de julio.
El británico Chris Froome (Sky) ganó la edición 100 del Tour de Francia, que finalizó este domingo en los Campos Elíseos de París, con la victoria al sprint del alemán Marcel Kittel (Argos), en el que fue su cuarto triunfo en la edición de 2013 de la carrera.
Kittel (3:06.14 horas) superó en la última meta a su compatriota Andre Greipel y al británico Mark Cavendish para sumar su cuarta victoria y finalizar la centenaria edición de la carrera como el ciclista con más triunfos parciales.
En la clasificación final Froome (83:56.40 horas) terminó por delante del debutante colombiano Nairo Quintana (Movistar), auténtica sensación de la carrera y que quedó a cuatro minutos y 20 segundos del ganador. El tercer lugar del podio fue para el veterano español Joaquim Rodríguez (Katusha), a cinco minutos y 4 segundos de Froome.
Esto no es la felicidad... ¡Es todavía más fuerte! Tardaré en darme cuenta. Es una edición especial y una llegada como esta... Quiero agradecer a mi equipo el excelente trabajo hecho
, dijo el británico.
No me lo creo
: Quintana
Por su parte, Quintana se mostró entusiasmado. No creía que esto fuera a ocurrirme tan rápido, no me lo creo. Soñaba con alcanzar estos éxitos desde pequeño. Mejor joven y escalador, ganador de etapa y segundo del podio
, declaró el ciclista sudamericano de 23 años.
En el cuarto lugar finalizó el también español Alberto Contador (Saxo), dos veces en lo más alto del podio (2007 y 2009), que cedió la segunda posición en los últimos días de la carrera.
“Para mí se trata de un Tour un poco diferente, no estoy en el podio, salvo por la clasificación por equipos (que logró el Saxo). Ha sido un Tour interesante, pero no he podido hacer lo que quería”, reconoció Contador.
Quintana, vencedor el sábado en la última etapa de montaña (Annecy-Semnoz) se lleva un amplio botín de su primer Tour, al ganar el maillot blanco de mejor joven (menos de 25 años) y el de mejor escalador.
La otra clasificación restante, la regularidad, se la llevó el eslovaco Peter Sagan, quien terminó cuarto la última etapa este domingo.
Froome, vencedor con autoridad, vistió el suéter amarillo durante 14 de las 21 etapas. Tomó el control de la carrera en los Pirineos, en la octava etapa, la primera de montaña, y ya no lo soltó hasta París.
Ganador de tres etapas –Ax-3 Domaines, Mont Ventoux y la contrarreloj de Chorges–, el británico nacido en Kenia sólo sufrió en la subida a Alpe D’Huez el pasado jueves, cuando sufrió la falta de azúcar en su cuerpo después de un ataque de Quintana.
Nacido hace 28 años en Nairobi, Froome se convirtió en el segundo ciclista británico que logra el Tour después de que el año pasado lo ganara su compañero en el Sky, Bradley Wiggins.
En 2012, cuando hizo las funciones de escudero de Wiggins, ya se vio que era un potencial ganador de la carrera, al mostrarse más fuerte que su jefe de filas en las etapas de montaña.
La edición 100 del Tour, que comenzó en Córcega con muchos nervios por varias caídas masivas, puede haber supuesto también un cambio generacional en los mandos de la carrera.
Con el ganador de 2011, el australiano Cadel Evans, muy lejos de la cabeza (en el sitio 39), el vencedor en 2010 Andy Schleck en el puesto número 20 a más de 40 minutos y un Alberto Contador incapaz de estar con los más fuertes en los puertos, parece que los últimos dominadores han dado su brazo a torcer.
Froome, por su parte, continúa con su año de ensueño. Suma 13 victorias (Vuelta a Omán, Criterium Internacional, Vuelta a Romandía y Criterium Dauphiné), por una sola decepción; la derrota en la Tirreno-Adriatico ante Vincenzo Nibali, en marzo.
En la última etapa del Tour, celebrada por primera vez cuando el sol se ponía en la capital francesa después de una espectacular salida en Versalles, Kittel, de 25 años, se consagró con su cuarta victoria (antes ganó la primera jornada en Bastia, la décima en Saint-Malo y la duodécima en Tours).
Por primera vez desde 1998 ninguna de las etapas fue ganada por un ciclista español.
La espectacular actuación del colombiano Nairo Quintana –ganador de una etapa, segundo en la general, mejor joven y mejor escalador–, es el colofón perfecto para un 2013 en el que ha resucitado el ciclismo del país sudamericano después de años de ausencia.
Desde esta centenaria edición del Tour, el ciclismo colombiano ha encontrado un digno sucesor al pionero Lucho Herrera, vencedor de tres etapas en la carrera francesa (incluyendo Alpe D’Huez y Avoriaz), además de lograr el maillot de mejor escalador en dos ocasiones (1985 y 1987) y la Vuelta a España en 1987.
Quintana, de 23 años, ha superado también la mejor clasificación histórica de un colombiano en el Tour, hasta ahora en manos de Fabio Parra, tercero en 1988.
La Perla de Boyacá es un producto genuino de la estirpe de escaladores del país cafetero. Con 1.65 metros de altura y 56 kilos de peso, ha sido el rival más complicado para el vencedor del Tour, el británico Chris Froome, al que puso en problemas en las etapas de montaña.
Más completo que sus predecesores, no ha desentonado en las etapas cronometradas, ejercicio en el que a menudo se deciden las grandes carreras por etapas.
Estas cualidades hacen que ya se hable de un ciclista con potencial para ganar en los próximos años una de las tres grandes. Quintana, que empezó esta edición del Tour como gregario de Alejandro Valverde en el equipo Movistar, tomó las riendas de la formación en la última semana y, a pesar de su modestia, se ha mostrado cómodo en su nuevo rol.