Domingo 21 de julio de 2013, p. 28
Moscú, 20 de julio.
Las potencias del G-20 acordaron el sábado en Moscú dar prioridad al crecimiento a corto plazo, relegando a segundo plano la disciplina presupuestaria, debido a la debilidad de la economía mundial.
Los ministros de Finanzas y gobernadores de los bancos centrales, quienes preparan la cumbre del G-20 en San Petersburgo en septiembre, dieron los toques finales a un comunicado conjunto que los delegados dijeron se cambió ligeramente después de reunirse el viernes en la noche.
La economía mundial sigue siendo demasiado débil y la reactivación frágil y desigual
, señala el texto. También nos pusimos de acuerdo en que nuestra prioridad a corto plazo sea de impulsar el empleo y el crecimiento
, añade.
Los indicios de que la Reserva Federal de Estados Unidos podría reducir sus estímulos monetarios dominaron el debate, con las economías emergentes más preocupadas por el impacto de una ola de ventas de acciones y bonos, y un repunte del dólar.
Rusia dijo que los políticos del G-20 habían suavizado las metas para reducir la deuda pública en favor de un enfoque de crecimiento y la forma de abandonar el estímulo del banco central con la mínima agitación posible.
Los colegas (del G-20) no han tomado la responsabilidad de reducir los déficit y deudas para 2016
, dijo el ministro de Finanzas ruso, Anton Siluanov. Algunas personas piensan que lo primero que se necesita es asegurar el crecimiento económico
.
Escenarios diferentes
Mientras la recuperación de EU está ganando terreno, el motor de las exportaciones de China está rengueando, el esfuerzo de Japón por salir de la deflación no ha alcanzado aún una buena velocidad y la demanda en la zona euro es todavía demasiado frágil para generar empleo.
Para subrayar la importancia de la creación de puestos de trabajo, la reunión de Moscú fue la primera en la que también participaron los ministros de empleo.
El G-20 también adoptó un plan contra la evasión fiscal, que había sido presentado la víspera por la OCDE. Se pretende impedir que multinacionales como Apple o Google exploten resquicios legales para tributar menos o no tributar en absoluto.