Debido a los malos estilos de vida y a equivocadas elecciones de alimentos, en México existen ya más de 2 millones de adultos con obesidad mórbida. Ante esta situación se deben desplegar eficaces medidas de prevención y tratamiento de los pacientes, señaló David Velázquez Fernándes, especialista en cirugía endócrina y médico-investigador asociado al Centro de Nutrición Obesidad y Alteraciones Metabólicas del Centro Medico ABC Observatorio.

Entrevistado en el contexto de la presentación de la Cátedra de investigación para el tratamiento del paciente obeso, esfuerzo encabezado por la Universidad Anáhuac, el Centro Médico ABC y Johnson & Johnson, la cual pondrá énfasis en el estudio genómico de los pacientes con obesidad mórbida, el cirujano celebró el anuncio hecho por la Secretaría de Salud (Ssa) sobre cambios en el etiquetado de productos alimenticios.

Sí debería haber una reforma para las etiquetas, sobre todo en el valor nutrimental real que tengan los alimentos e implementar mejores medidas para conocer el valor neto en calorías. Así como convocar a expertos para decidir cuál es la mejor implementación y privilegiar la salud de la población y no sólo intereses empresariales.

Sobre la comida rápida, coincidió en señalar que los establecimientos deberían hacer públicas las calorías que contienen sus productos, a fin de que la gente sepa cuántas va a ingerir.

Luego de remarcar que la atención de casos de obesidad debe contar con un abordaje multidiscipinario mediante la acción de cirujanos, médicos del deporte, endocrinólogos, nutriólogos y sicólogos, a fin de que la intervención tenga mayores posibilidades de éxito, detalló que existen diferentes tipos de exceso de peso.

Cuando un paciente tiene un índice de masa corporal (IMC) superior a 25 kilogramos por metro (estatura) cuadrado (el cual se obtiene dividiendo el peso en kilogramos por la estatura al cuadrado) hay sobrepeso, si el IMC supera 30 se es obeso grado 1; más de 35, es grado 2, y más de 40, grado 3.

Puntualizó que la obesidad mórbida es de grado tres o grado dos cuando se asocia a enfermedades como hipertensión, alteraciones en los lípidos, problemas de corazón y pulmón, por tanto repercute en la calidad de vida. Indicó que para tratar estos casos está recomendada la cirugía bariátrica, siempre dependiendo de la condición del paciente.