Miércoles 17 de julio de 2013, p. 14
Si una vez más el intento de designar al consejero faltante del Instituto Federal Electoral (IFE) resulta fallido, sería un fraude a la ley y un engaño a la opinión pública
, consideró el consejero de ese organismo, Francisco Guerrero. Es un tema que se ha politizado demasiado y se ha registrado un exceso de la retórica que ya no es aceptable, pues de lo que se trata no es de intentar la designación, sino de concretar el nombramiento.
El espíritu de la sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación pugna porque finalmente se integre plenamente el IFE y no sólo porque se cumpla el procedimiento. Para Guerrero ya no existe argumento alguno para impedir el nombramiento, porque la fiscalización de los gastos de campaña, que se aducía como un obstáculo, ya fue aprobado.
Guerrero señaló que un nuevo fracaso enviaría una muy mala señal a la sociedad por parte de quienes elaboran las leyes y deberían estar obligados a cumplirlas. Y, a pregunta expresa, sostuvo que llevado al extremo, este impasse en la designación podría vincularse con otro fallido proceso de sustitución de los cuatro consejeros que terminan su gestión en octubre, y entonces habría un riesgo importante de paralizar a la institución.