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El novelista afectó los derechos del cineasta Antonio González-Vigil

Pérez-Reverte pierde batalla judicial por plagio y paga 210 mil euros

Se trata de una de las multas más cuantiosas por esa acción en la historia de la justicia española

 
Periódico La Jornada
Martes 16 de julio de 2013, p. 6

Madrid, 15 de julio.

El novelista español Arturo Pérez-Reverte finalmente perdió todos los recursos judiciales y fue obligado a pagar una multa de 210 mil euros (3.5 millones de pesos) por haber plagiado al creador y director de cine Antonio González-Vigil en el guión y la idea original de la película Gitano.

El escritor, con gran éxito comercial, se negó a reconocer las acusaciones e, incluso, en cada una de las ruedas de prensa o entrevistas en las que era cuestionado sobre el supuesto plagio respondió con enfado y descalificaciones tanto para el creador como para los periodistas.

El autor de la saga del Capitán Alatriste fue condenado por un juez a pagar una multa que se había negado a reconocer, en virtud de una sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Madrid, en la que quedó probado el plagio en perjuicio del cineasta Antonio González Vigil, por parte de Pérez-Reverte.

Discreción y sigilo

La multa original era de 100 mil euros, pero con los intereses acumulados y las costas judiciales, debe abonar 210 mil euros. Una de las sanciones pecuniarias más cuantiosas por plagio en la historia de la justicia española.

El pago de la multa se hizo efectivo la semana pasada, siempre con la mayor de las discreciones para impedir que finalmente saliera a la luz lo que el propio Pérez-Reverte intentó negar en todos los foros públicos en los que salió a relucir el asunto: la condena por plagio al autor.

El origen del histórico desenlace judicial fue el rodaje y filmación de la película Gitano, que se presentó como idea original y guión de Pérez–Reverte. Pero en realidad se trataba de un escrito titulado Corazones púrpura, del citado González-Vigil y del escritor Juan Madrid, que lo habían entregado a la productora Origen PC en 1996. Es decir, cuatro años antes de que se filmara la película y que tuvo como protagonistas al bailarín Joaquín Cortés y a la modelo francesa Laetitia Casta. La trama es la historia de un artista gitano que sale de la cárcel, donde fue recluido por un delito que no cometió, y que debe enfrentarse después a la corrupción policial, a una traición amorosa y a los deseos de su familia por tomarse la justicia por su cuenta.

En 2004, un año después de que González-Vigil se querelló contra el académico y el cineasta por considerar que habían copiado su obra, el Juzgado de instrucción número 29 de Madrid sobreseyó y archivó el caso, argumentando en la sentencia que Gitano refleja los tópicos y lugares comunes del mundo folclórico gitano, de forma similar a lo que ocurre en otro tipo de películas y que eso no es suficiente por sí para poder hablar de plagio.

Pero en 2011, la Audiencia Provincial de Madrid estimó parcialmente el recurso de apelación interpuesto por González-Vigil contra esta última sentencia. La sala descartó entonces que las coincidencias entre ambos textos derivasen de clichés del género y concluyó que había significativos indicios de que ha existido cierta transmisión conceptual, argumental, estructural, relacional y de atmósfera de una obra respecto a otra. Y advirtió que desde el punto de vista cuantitativo, existen setenta y siete coincidencias, aunque unas tengan mayor relevancia que otras. Toda vez que esas coincidencias definen el argumento, pudiéndose constatar similitudes sustanciales en el desarrollo de una trama y su desenlace, en los personajes protagonistas y secundarios y en sus interrelaciones, lleva a afirmar que ello no puede deberse a la mera casualidad sino a la existencia de plagio, aunque no sea literal ni total.