El británico ya saca 4:14 minutos al segundo lugar en el Tour de Francia
Lunes 15 de julio de 2013, p. 4
Mont Ventoux, 14 de julio.
El británico Chris Froome (Sky), en una muestra de fortaleza impresionante, ganó la decimoquinta etapa del Tour de Francia por delante del colombiano Nairo Quintana, este domingo en la cumbre del mítico Mont Ventoux, consolidando su liderazgo en la clasificación general.
Froome, también vencedor en la primera llegada a una cima de esta ronda gala, en Ax-3 Domaines, suma su segunda victoria de etapa desde el inicio del certamen.
Con temperaturas por encima de 30 grados, el recorrido de 242.5 kilómetros con final en el Mont Ventoux, que a casi dos mil metros de altura ofrece un entorno sin vegetación que asemeja un paisaje lunar, se cubrió con una marca sorprendente cuando Froome cruzó la meta luego de 5:48:45 horas a un promedio de 41.7 km/h, con lo que superó 40 minutos el mejor tiempo previsto.
“Fue la mayor victoria de mi vida. Una subida histórica del ciclismo y además en la edición 100 del Tour. No pensaba que ganaría la etapa, sino que sólo quería aumentar mi ventaja”, dijo el ciclista de 28 años y nacido en Kenia.
Sobre la línea de meta, a mil 912 metros de altura, Froome se impuso a Quintana (Movistar) por 29 segundos, después de un empinado ascenso de 20.8 kilómetros.
Creía que iba a ganar pero me han faltado fuerzas al final. Cuando Froome me alcanzó no le pude seguir, estaba extenuado
, reconoció Quintana.
Por su parte, el español Alberto Contador, dos veces ganador del Tour y aspirante a un tercer título, se desmoronó en el último kilómetro de ascenso. Distanciado a un minuto y 40 segundos del ganador, el madrileño terminó en sexta posición en la dura etapa alpina.
En la clasificación general, Froome precede ahora al holandés Bauke Mollema por 4 minutos y 14 segundos. Contador, tercero, tiene un retraso de 4:25, tras la etapa más larga de esta edición de la Grande Boucle (242.5 km).
Etapa mortal
El Mont Ventoux adquirió triste celebridad el 13 de julio de 1967, cuando el británico Tom Simpson sufrió en la escalada un colapso mortal provocado por insolación. Más tarde se constató que en su organismo había vestigios de anfetaminas y alcohol.
Como consecuencia se introdujeron controles obligatorios de antidopaje, aunque no se tomaron tan en serio ya que las transgresiones fueron sancionadas sólo con multas o pérdidas de segundos.