Estambul, 12 de julio.

Francia y Uruguay se enfrentan este sábado en la final del Mundial Sub-20 de futbol de Turquía. Ambos buscan su primer título en esta competencia, mientras Ghana e Irak jugarán en el mismo escenario, el estadio Alí Sami Yen, por el tercer puesto.

Francia accede por primera vez al partido para disputar el título de este torneo y Uruguay solo lo hizo una vez, perdiendo ante Argentina 2-1 en Malasia 1997.

Por este motivo galos y charrúas sienten que están ante la oportunidad única, en el momento importante de la historia del futbol de su nación.

Somos un país pequeño, pero rico en historia futbolística. Eso nos impulsa a sacar fuerzas como sea, es lo único que nos desvela en este momento, dijo el seleccionador uruguayo, Juan Verzeri, en conferencia de prensa en la ciudad del Bósforo.

Cada vez que la celeste compite internacionalmente aspira a llegar a lo más alto. Queremos defender esa rica historia y pelear por el campeonato, insistió.

El entrenador recordó lo importante que es el balompié para su país y lo arraigado que está en su sociedad: En Uruguay, desde que nacemos estamos jugando al futbol, está en nuestros genes.

Sobre el rival, Francia, dijo que es una selección que desde el punto de vista físico tiene una exuberancia muy grande y con jugadores con mucha experiencia y un recorrido importante en primera división; muchos de ellos, en una liga muy exigente como es la francesa.

Por su parte, el técnico de los bleus, Pierre Mankowski, afirmó: Uruguay tiene un gran equipo. Hemos visto lo que hicieron antes y tengo mucho respeto y admiración por esta escuadra. Se ha permitido vencer a Brasil (en el Sudamericano de principios de año) y ganar y eliminar a España (en cuartos de final de este Mundial).

Apuntó que su selección debe terminar el trabajo. Tenemos mucha confianza en estos jugadores y queremos brindarles una alegría a los hinchas franceses que están con nosotros desde el principio. No queremos fallar ahora.

Aunque Francia aparece ligeramente favorita, los uruguayos tendrán la responsabilidad añadida de defender el honor en esta ocasión, en un torneo en el que la Conmebol ha ganado con Argentina (seis títulos) y Brasil (cinco), 11 de las 18 ediciones anteriores, mientras Europa ha conseguido seis.

El árbitro de la final será el mexicano Roberto García.