Lyon, Francia, 12 de julio.

La vacuna contra el dengue se aplicará en México en la población infantil a partir de los cuatro años de edad, una vez que esté disponible. Además, como parte de una estrategia integral de control de la enfermedad, deberá reforzarse el sistema de vigilancia epidemiológica, a fin de abatir el subregistro de casos, el cual se estima es de 40 por ciento, aseguró Roberto Tapia Conyer, director de la Fundación Carlos Slim.

El epidemiólogo forma parte del grupo de expertos encargado de revisar la problemática del dengue en el país y de recomendar a la Secretaría de Salud (Ssa) las acciones que se deben llevar a cabo para controlar el padecimiento. Con base en ese trabajo, también se plantea la necesidad de mejorar los métodos diagnósticos del dengue.

En entrevista, explicó que luego de un trabajo exhaustivo de revisión de la historia de la enfermedad y la evolución que ha tenido en el mundo, los especialistas determinaron que el principal grupo de riesgo son los menores de edad, y es a ellos a los que se tiene que proteger con la aplicación del nuevo biológico.

Anticipan buen nivel de eficacia

El proyecto de investigación para el desarrollo de la vacuna contra el dengue del laboratorio farmacéutico Sanofi Pasteur es el más avanzado a escala mundial. Está en la última fase con la aplicación de la vacuna a 40 mil personas en 15 países. En los próximos meses se tendrán los resultados finales, pero ya se anticipa que tendrá un buen nivel de eficacia para prevenir la enfermedad, por lo que estará lista para su comercialización a finales de 2015.

En entrevista, Tapia Conyer, epidemiólogo y ex subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la Ssa, comentó que la recomendación de los expertos a la Ssa en torno al sector de la población que deberá recibir la protección contra el dengue se sustenta en que durante los primeros años de existencia del mal –en Asia–, afectaba a personas mayores, pero con el paso del tiempo las edades se han reducido, de tal suerte que en la actualidad la mayoría de los enfermos en aquella región, son niños. El registro de los casos en México da cuenta de la misma tendencia, indicó.

Respecto de las pruebas clínicas para el diagnóstico del padecimiento, Tapia explicó que se busca desarrollar una que sea de utilidad para la parte clínica y la epidemiológica. Actualmente existen exámenes diferenciados y sus resultados tardan mucho.

Además, dijo, existe el proyecto de diseñar un examen con cuyo resultado se pueda predecir el nivel de severidad que tendrá la infección en la persona afectada. Estos y otros planteamientos tienen la finalidad de modificar el curso de la enfermedad, lo que hasta ahora no han logrado los mecanismos de control aplicados por los países.

En Australia, un grupo de investigadores trabaja en el control biológico de los vectores (mosquito transmisor). Los primeros resultados de este trabajo se presentaron en esta ciudad, durante la reunión del Grupo de Colaboración para el Control del Dengue, integrado por expertos de diferentes países, entre ellos Tapia Conyer.

Comentó que la investigación australiana se concentra en modificar el patrón de reproducción del mosco transmisor Aedes aegypti, para que viva o vuele menos. Una alternativa para ello es colocar dentro del organismo del insecto una bacteria que lo vuelva estéril y no transmita el virus del dengue.

Este proyecto concluyó su etapa inicial y los investigadores se preparan para validar sus resultados con nuevos estudios de mayor alcance. Otro grupo científico en Singapur lleva 10 años en la búsqueda de un antiviral efectivo. A la fecha cuentan con cuatro prototipos, dos de los cuales podrían ser de utilidad. Este tema es fundamental, porque en la actualidad no existe un medicamento eficaz para contrarrestar al virus, dijo Tapia.