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Sixto Valencia Burgos, el creador del personaje, fue homenajeado en Hidalgo

Memín Pinguín nunca fue racista; hay que ver lo blanco que es este condenado negro
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 12 de julio de 2013, p. 9

Pachuca, Hgo., 11 de julio.

Memín Pinguín nunca fue una figura racista; hay que ver lo blanco que es este condenado negro, el alma tan blanca que tiene, que me gustó; siempre he seguido con él, afirmó Sixto Valencia Burgos, de 79 años de edad, creador de este personaje emblemático de la historieta mexicana.

Durante el homenaje que le rindió este miércoles el Sistema de Radio y Televisión de Hidalgo, que incluyó la inauguración de una muestra con material histórico y los primeros y más recientes capítulos, el caricaturista, oriundo del municipio de Tezontepec, habló de la polémica que causó en 2008 en Estados Unidos su personaje, al que grupos de afroamericanos de Houston, Texas, calificaron de racista y ofensivo para la gente de color.

Refirió que al siguiente día de la cancelación del timbre postal con la figura de Memín el reverendo Jesse Jackson se comunicó con él para hacerle ver que su caricatura era racista y pintaba una mala imagen de los negros.

A esto respondió: Lo que ustedes dicen me da risa. Ni es racista ni estoy pintando feo a los negros.

Valencia Burgos indicó que es tal el cariño hacia su creación que siempre evitó dibujarla de perfil, porque no me gusta ese ángulo, lo veo feo; esa era mi manera de pensar. Agregó que su único afán al dibujar a Memín, y a los personajes que lo acompañaban, era divertir a la gente: Esa era mi intención.

–En virtud del éxito que obtuvo su personaje, ¿se considera un grande de la caricatura mexicana?

–Al convertir a Memín Pinguín en clásico, pues me hicieron ídolo.

–¿Le dio mucho dinero?

–No, yo trabajaba nada más para mí; sí, cobraba bien, pero todo lo dedicaba a la escenografía, a mejorar al personaje.

Al artista sólo le bastaron seis meses de estudio en la Academia de San Carlos para proyectarse como un grande de la caricatura. Logró 366 capítulos de su Memín Pinguín en sepia y 362 a color, durante un periodo de 50 años (de 1963 a la fecha).

Foto
Una de las portadas de la historietaFoto tomada de Internet

Lectura obligada en Filipinas

Destacó que esta historieta es desde 1975 lectura obligada en las escuelas de educación primaria de Filipinas. Expresó que se siente orgulloso de que se haya traducido a la lengua tagala (filipina) y a los idiomas italiano, persa e inglés.

Del largo litigio que tuvo que librar para adjudicarse la propiedad de Memín, el artista puntualizó: “Siempre me consideré dueño de la imagen de Memín, lo mismo que de los demás personajes, como la Tía Canuta y doña Eufrosina, parte importante de la familia.

Evocó el intento fallido de llevar a la pantalla grande al negrito de alma blanca. Relató que a un año de publicarse la historieta, por ahí del capítulo 50, se lo propuso a Yolanda Vargas Dulché y a su esposo, Guillermo de la Parra, dueños en ese entones de la editorial Argumentos, y obtuvo una negativa.

“Ya me había movilizado; ya tenía el fondo musical que era a ritmo de danzón, pero me dijeron que no estaban dispuestos a gastar, que era mucho dinero; la cinta se hubiera llamado Memín Pinguín”, recordó.

Explicó que las películas que hubiera realizado con su personaje como figura central tendrían un toque artístico, ya que hace 50 años no estaba tan avanzada la tecnología y esto lo hubiera obligado a dibujar 24 cuadros por segundo. Hubiera quedado artísticamente bien bonita, festejó.

Sixto Valencia Burgos nació el 28 de marzo de 1934 en Tezontepec, municipio localizado al sur del estado de Hidalgo en la región del Valle del Mezquital; llegó a la ciudad de México en 1944 y en 1957 se convirtió en profesional del comic con historietas como El Látigo Negro, El charro de oro y Milagros de Cristo.