La producción contiene los éxitos que le dieron fama en tres cedés y un devedé
Jueves 11 de julio de 2013, p. 9
En una noche de velas y flores, el pasado martes Lucía Méndez presentó su álbum Lo esencial, 40 aniversario, con tres cedés y un devedé, con los éxitos que le dieron fama desde que tenía 16 años (1972) y fue reconocida por su belleza como El Rostro de El Heraldo de México.
Entre amigos, empresarios, ejecutivos de su disquera, admiradores que no cesaron de pedirle una foto juntos para el recuerdo, la estrella de televisión se definió ahora como una orgullosa empresaria, quien actualmente publicita diversas presentaciones de su perfume.
El sitio estuvo lleno y en una mesa del salón principal, dos sillas a su izquierda, se sentó el productor Pedro Torres, quien fue pareja de la diva mexicana de 1988 a 1996 y con quien tiene un hijo, Pedro Antonio, de 25 años de edad, presente esa noche.
En varias pantallas, instaladas en los diversos niveles del negocio, se proyectaron imágenes de Lucía que reflejaban modas, peinados, zapatos, alhajas, tendencias de maquillaje, de los años 80 y 90, en los cuales brilló con luz propia.
Es difícil dejar de ver tantas imágenes de Lucía, los labios carnosos, la imagen cándida, por momentos ingenua, y lo sorprendente y paradójico de que haya destacado en las baladas lenta y rítmica con pocos recursos vocales, con su voz bajita.
En el boletín distribuido por Sony Music se expone: “A Ernesto Alonso le debe su incursión en las telenovelas, a Valentín Trujillo su pronta llegada al cine y a Juan Gabriel su primer gran éxito en la música.
“De Pedro Torres ella expone: ‘Siempre fue un tipazo conmigo… él fue quien me hizo la imagen de diva”.
Juan Gabriel, Camilo Sesto...
Los compositores que le dieron fama fueron del nivel de Juan Gabriel y Camilo Sesto, con la producción de figuras como Rafael Pérez Botija, Honorio Herrero, Miguel Blasco, Kiko Campos y Fernando Riba.
Su padre se oponía a que entrara al medio del espectáculo, pero ante la amenaza de irse de casa le dijo: Si no puedo hacer nada para que desistas, lo único que puedo es pedirte que lo tomes con seriedad y trates de ser la mejor
.
Enseguida se metió a clases con José Luis Ibáñez, quien le enseñó a entender la crítica. El Señor telenovela, Ernesto Alonso, le dijo: Me gusta tu habilidad y seducción. Vete mañana a Televisa
, y la llevó a las grabaciones de Muchacha italiana viene a casarse, con Angélica María. “Me fue llevando poco a poco, hasta que llegaron Mundos opuestos y Noches de Lucía, programa que duró seis meses en primer lugar de rating. Antes se hizo novia de Valentín Trujillo, quien ya era famoso en cine y a quien, reconoce, le debe haberla hecho popular e introducirla en el ambiente para su primera película, en 1972. Valentín se casó con otra mujer y de la tristeza y coraje nació Siempre estoy pensando en ti, tema de Juan Gabriel que grabó en 1975, en su debut discográfico, que vendió un millón de copias.
Hizo muchas películas, con Trujillo y Vicente Fernández.
Su primera postulación al Grammy estadunidense fue por el disco Corazón de piedra. El auge fue la telenovela El extraño retorno de Diana Salazar (1988-1989), que reunió a Méndez con el trabajo de Carlos Olmos y Carlos Téllez, en la primera telenovela mexicana que usó efectos especiales.
Su carrera fue en ascenso con Noches de cabaret, la producción de cabaret más importante de esos años. En 1993 vino Se prohíbe, disco producido por Jorge Calandrelli, y un año después la telenovela Señora tentación. Fue designada Reina de Reinas de la Comunidad Gay en Estados Unidos, por la lucha que dio para evitar suicidios entre menores gays incomprendidos.
Para este año de celebraciones, Lucía presenta su disco de éxitos y prepara la gira nacional e internacional de su espectáculo Noches de cabaret y Lucía Méndez en concierto.
En la cena-presentación estuvo Fernando Hernández Romero, quien fue titular de la Asociación Mexicana de Productores de Fonogramas y que actualmente se desempeña como asesor en diversos organismos, para quien Lucía Méndez significa una figura en la historia del disco en México, una época de auge de la industria.
La diva saludó a la concurrencia mesa por mesa y después se fue a platicar, a seguir la fiesta.