Académicos coinciden en afectaciones que causa en el sistema nervioso central
El consumo constante de esa sustancia puede afectar la memoria, generar déficit cognitivo, cáncer, depresión, sicosis, ansiedad y otros problemas mentales, se dijo en el coloquio sobre adicciones, organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAMFoto Yazmín Ortega Cortés
Miércoles 10 de julio de 2013, p. 41
El consumo habitual de mariguana y otras drogas antes de los 21 años representa un riesgo para los jóvenes, pues previo a esa edad su sistema nervioso central no ha madurado y tienen mayor probabilidad de desarrollar enfermedades mentales o sufrir afectaciones en una zona del cerebro que controla la toma de decisiones, el juicio y la adaptación, coincidieron investigadores universitarios.
María Elena Medina Mora, investigadora de la Facultad de Medicina (FM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y directora del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente, afirmó que en México entre 13 y 17 por ciento del total de consumidores de drogas es adicto a la cannabis, y que la cifra sube al menos hasta 36 por ciento en el caso de los jóvenes.
Durante el coloquio sobre Adicciones, Bases Farmacológicas del Consumo de Mariguana y su Impacto en la Protección de los Derechos Humanos, organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, la especialista señaló que el consumo constante de esa sustancia puede afectar la memoria, generar déficit cognitivo, cáncer, depresión, sicosis, ansiedad y otros problemas mentales.
En ese mismo foro, Gerhard Heinze Martin, jefe del departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la FM, afirmó que si bien la ingesta de sicoactivos se relaciona con la salud y los problemas mentales, esto no es la única causante.
El consumo de esta droga tiene una relación directa con la salud y los problemas mentales, pero antes de tomarla como única causante se debe conocer el estado de salud mental y los factores genéticos y sociales que pudieran desencadenar un trastorno mental, incluso antes de consumirla
, dijo.
Heinze apuntó que del total de las personas que aceptan consumir o haber probado alguna ocasión mariguana, 20 por ciento argumentó que es por su efecto analgésico, tranquilizante o estimulante para lograr superar un dolor temporal o crónico.
Por su parte, Beatriz Gómez González, investigadora del área de Neurociencias de la unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana, advirtió que investigaciones recientes demuestran que el consumo crónico de mariguana en adolescentes disminuye el volumen de una región cerebral denominada hipocampo –relacionada con la memoria– y modifica el funcionamiento de la corteza prefrontal, encargada de las funciones ejecutivas (toma de decisiones, juicio, autocrítica y planeación).
Según la especialista, el uso crónico (entendido como un consumo de siete u ocho cigarrillos de cannabis al día durante más de un año) disminuye el flujo sanguíneo en la corteza prefrontal e impide que las neuronas funcionen adecuadamente.
No obstante, dijo, se ha demostrado también que el hipocampo es una de las regiones cerebrales en los humanos en las que hay un nacimiento de nuevas neuronas incluso en adultos, por lo que el desuso de mariguana, aunado a un ambiente rico en estimulación (leer, estudiar, hacer ejercicio, exponerse a ambientes novedosos), podría aumentar la tasa de nacimiento de nuevas neuronas.
Por su parte, Óscar Galicia, responsable del Laboratorio de Neurociencias de la Universidad Iberoamericana, advirtió que en los cerebros en desarrollo, como es el caso de los jóvenes, cualquier sustancia va a afectar la forma como va a funcionar de ahí en adelante; por eso es tan grave el uso de sustancias durante este periodo
.
Afortunadamente, también tienen la capacidad de reacomodarse a las nuevas circunstancias y eso puede disminuir el impacto, pero no necesariamente lo libran
, indicó.