Un desenlace impredecible en cada función es el resultado de la dinámica de juego que propone la obra teatral Tangram, donde mediante votaciones el público decide el destino de los personajes.

La obra en tres actos de Hugo A. Wirth narra una historia con tres elencos y propone nueve combinaciones de un destino que será decidido, cada noche, por el público mediante votaciones. Es un reto increíble; en cada función habrá una historia diferente, explicó el director Ernesto Álvarez.

Este montaje recrea la historia de una familia y las conductas individuales de sus integrantes en torno a la vida y la muerte, las cuales son el hilo conductor de la puesta en escena, que se presentará en el teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque.

Tangram es un antiguo juego chino compuesto por cinco triángulos de distintos tamaños, un cuadrado y un paralelogramo romboide, piezas con la cuales el jugador puede formar diversas figuras. Así ocurre en este montaje.

Esta arriesgada puesta teatral inicia hoy su temporada y concluye el 24 de este mes.

Gama de posibilidades

El director destacó que el texto de Wirth habla sobre la importancia de la familia, de los lazos rotos, amarrados y perdidos entre dos hermanos, que cierta noche se despedazan con sus rencores y sus iras mientras su madre agoniza.

A lo largo de la trama es la dramaturgia la que propone al público qué versión de la obra quiere ver, debido a que plantea una gama de posibilidades para alterar radicalmente el rumbo de la historia e induce a los espectadores en el juego de acomodar las fichas para plantear una historia diferente.

La toma de decisiones, expuso Ernesto Álvarez, será fundamental, porque se votarán en el mismo foro con los tres elencos, en vez de que el reparto esté en tres espacios distintos y el público tuviera que cambiarse de sala.

De esta forma se exhibirá cómo afectan las circunstancias la toma de decisiones, y cómo, cuando éstas son equivocadas, generan nuevos problemas que desencadenan finales contrastantes.

Tangram posee tintes de humor negro y evidencia relaciones familiares complejas que bien podrían ser la vida de cualquiera, explicó Patricia Madrid, actriz y productora de la obra.

Para recrear estas situaciones, añadió, aparecen sobre el escenario tres escenografías iguales, así como tres hombres que dan vida a Alonso y la tercia de actrices que encarnan a Aurora.

El hombre, que huyó del hogar, regresa después de varios años, agobiado por su doble vida amorosa; la hermana, cansada de su cotidianidad, lo recibe con la impotencia y el hartazgo de cuidar a su madre en fase terminal.

Aunque ambos necesitan perdonar para alcanzar su libertad, el rencuentro se torna ríspido por cada una de sus circunstancias personales y las desavenencias que giran en torno a su madre, añadió Madrid. Además, el elenco está integrado por Juan Pernas, Georgina Ságar, Ricardo Esquerra y Virginia Araujo.

Además de Mario Alberto Monroy, Miguel Conde, quien alterna con Juan Carlos Medellín, y la voz en off de la actriz Rosa María Bianchi, también aparece en la obra El Monitor, personaje de carne y hueso, que como narrador o cuentacuentos enlaza la historia con el público.

Tangram se estrenó en 2012, durante la séptima edición de la muestra de Artes Escénicas de la Ciudad de México, con la coproducción de la Coordinación Nacional de Teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes, la Dirección de Teatro de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Sistema de Teatros de la Ciudad de México.

Las nueve funciones de Tangram tendrán lugar los lunes, martes y miércoles a las 20 horas en el teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque, que se ubica detrás del Auditorio Nacional, en Paseo de la Reforma y Campo Marte s/n.