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Aumentan casos de niños con sobrepeso y diabetes por consumo de alimentos chatarra

Exigen grupos sociales declarar emergencia en salud en el DF

Protesta por incluir a Coca Cola en el consejo de prevención y atención integral de la obesidad

Sólo falta que se entreguen las llaves de la ciudad al osito Bimbo: representantes

 
Periódico La Jornada
Lunes 8 de julio de 2013, p. 35

El Distrito Federal vive una alarma epidemiológica. El alto consumo de azúcares, sodio y grasas contenidos en refrescos y alimentos chatarra ha derivado en un incremento de casos de niños con sobrepeso, obesidad y diabetes, denunciaron organizaciones sociales.

La prevalencia de sobrepeso y obesidad entre hombres y mujeres, adolescentes y escolares es mayor a la media nacional en cuatro, 3.8 y uno por ciento, al ubicarse en 73.4, 38.6 y 35.4  puntos porcentuales, respectivamente, señalaron.

Los datos más graves se expresan en la mortalidad por diabetes. Mientras el promedio en el país ronda las 80 muertes anuales por cada 100 mil habitantes, en el Distrito Federal es de 100, pues cada año muere una persona entre cada mil.

En conferencia de prensa, representantes de El Poder del Consumidor, Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán, El Barzón, Alconsumidor y Coalición de Organizaciones Mexicanas por el Derecho al Agua llamarán al gobierno capitalino a declarar emergencia de salud en el Distrito Federal.

No se trata de alarmar a la población, pero estamos viviendo una situación de riesgo por el gran consumo de refrescos, que rebasa en dos veces el límite superior tolerable de azúcar añadida y en niños es de 2.5 veces, explicó el doctor Abelardo Ávila Curiel.

El investigador del Instituto Nacional de Nutrición explicó que los niños con desnutrición en sus dos primeros años de vida tienen seis o siete veces más riesgo de sufrir daño metabólico, que puede derivar en diabetes, hígado graso, tumores malignos o cáncer.

Hoy día, estimó, 10 por ciento de los niños presentan dicho daño y tenemos ya casos de diabetes tipo 2, que era considerada de adultos o no insulino dependiente, en escolares de seis años y con problemas de presión arterial alta, con un alto costo para el sector salud.

En los niños, el costo promedio de atención es de 5 mil pesos anuales, mientras en adolescentes asciende a 15 mil mensuales y en adultos es mayor es superior a 25 mil cada mes, por lo que no hay sistema de salud que lo aguante, pero no hacemos nada, afirmó.

La invitación extendida por el secretario de Salud, Armando Ahued, a la empresa Coca Cola para que participe en el Consejo para la Prevención y la Atención Integral de la Obesidad y los Trastornos Alimentarios en el Distrito Federal, y los reconocimientos otorgados a esas empresas exhiben la nula capacidad de esta administración para afrontar un desastre local.

Las principales empresas responsables de la epidemia de obesidad y sobrepeso infantil cuentan con voz y voto en consejos que parecen sólo diseñados para perpetuar esos flagelos en la ciudad, y permitir que la autoridad escurra el bulto. Nada más falta que el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, le entregue las llaves de la ciudad al osito Bimbo, dijo.

En un plantón posterior realizado en el Zócalo exigieron declarar emergencia en salud al DF por los altos índices de sobrepeso, obesidad, diabetes y muerte por éstas; y abolir el consejo de prevención, iniciando con el retiro del representante de la empresa trasnacional.

Además, reformar la Ley para la Prevención y el Tratamiento de la Obesidad para establecer como obligación la provisión gratuita de agua potable para beber en todas las escuelas; regular la publicidad de alimentos y bebidas no saludables dirigida a la infancia, y prohibir regalos y promociones en paquetes para niños.

Así como establecer medidas fiscales para desincentivar el consumo de refrescos y destinar sus recursos a modificar el ambiente obesigénico y establecer una medida máxima para las bebidas azucaradas que se venden en restaurantes y espacios públicos, señaló Alejandro Calvillo, de El Poder del Consumidor.