Por un tiempo voy a estar muy bien portadito
, indica
Jueves 4 de julio de 2013, p. 17
Madrid, 3 de julio.
Estoy en voto de silencio. No voy a responder nada, por lo menos por un tiempo voy a estar así, muy bien portadito
, aseguró el ex presidente Felipe Calderon, cuando se le intentó cuestionar sobre los casos que corrupción de su partido, el PAN, o sobre la crisis interna de su partido o las demandas internacionales presentadas en su contra por el legado de muerte que dejó su política de combate contra el narcotráfico.
Calderón participó en un congreso juvenil a invitación del ex presidente del gobierno español, José María Aznar, que preside la fundación de extrema derecha FAES, desde la que se ha acusado a los movimientos indígenas y altermundistas en América Latina de ser terroristas
y enemigos de Occidente
.
También participó la cubana Yoani Sánchez. Ninguno de los tres accedieron a responder sobre el tema que cimbró a España, parte de Europa y América Latina: la crisis diplomática abierta tras el trato vejatorio sufrido por el presidente Bolivia, Evo Morales, por parte de varios gobiernos europeos, incluido el español.
En el Centro de Congresos Fray Luis de León, Calderón –al igual que Aznar, también acusado de graves casos de corrupción dentro de su partido durante los 12 años que ejerció el poder con mano de hierro, de 1996 a 2004– se negaron a responder a los periodistas, que, una vez leídas las tres cuartillas del discurso, fueron desalojados de la sala. Al tiempo que los estudiantes participantes en el foro fueron advertidos de que estaba terminantemente prohibido revelar el contenido de la charla ni utilizar las redes sociales durante el congreso.
La FAES es la fundación que creó Aznar poco antes de abandonar el gobierno para desarrollar programas y cursos de adoctrinamiento, siempre en la línea más radical de la derecha liberal europea, en el que han denostado a los gobiernos de América Latina presididos por líderes de izquierda.
En su discurso, Calderón se vanaglorió de los supuestos logros de su gobierno, incluso ofreció lecciones
a España para afrontar la crisis económica que le afecta y para ello les recetó más liberalismo económico, más apertura comercial y menos Estado.
En la única cuestión en que Calderón se mostró insatisfecho fue en que México todavía tiene un gran reto
como país: que se convierta en una nación de leyes
y consolide su estado de derecho.