Luego de haber conseguido un histórico tercer lugar en la Nascar Trucks, German Quiroga, el mejor piloto nacional en esa serie estadunidense, aseguró que va en el camino correcto para llegar a la categoría estelar Nationwide y abrir paso a otros mexicanos en ese mundo de la velocidad del país vecino, que ha sido hermético para los latinos.

“Recuerdo con gusto cómo se inició este camino. Fue a través de mi padre, con quien tuve la fortuna de correr. Estuve en todas la categorías que en ese momento eran las más competitivas en México, con los pilotos más experimentados y de quienes aprendí mucho.

Pasé por muchas cosas, desde no tener mucho, hasta ver perdidos varios campeonatos. En fin, no ha sido fácil salir adelante pero me siento muy satisfecho de lo obtenido hasta ahora, manifestó Quiroga durante una videoconferencia desde su base en Charlotte, Estados Unidos.

Hace dos años, con el triple campeonato de la Nascar México, que dominó entre 2009 y 2011, decidió salir de su zona confortable y picar piedra en la Nascar Camping Worls Truck Series, serial al que llegó en 2012 sin equipo ni patrocinios, pero con la convicción de hacer bien las cosas, y como piloto del equipo Telcel, con una especie de concesión de la firma para promoverse.

Negoció un asiento, sólo para cuatro fechas, con la escudería del experimentado Kyle Busch, para quien había corrido como invitado en una visita de la Nationwide a México en 2007, cuando encabezó 12 vueltas en el autódromo Hermanos Rodríguez.

Fue hasta la séptima fecha del presente campeonato 2013, el pasado 7 de junio, cuando Quiroga alcanzó el podio, el primero de un mexicano en ese serial alterno y similar en poder técnico a la Nascar, al alcanzar el tercer lugar en la pista de Texas Motors Speedway, al mando de su camioneta Toyota marcada con el número 77 del equipo Telcel-NET10-Red Horse.

El pasado viernes, el piloto capitalino de 33 años, cruzó la meta Kentucky en octavo puesto, apreciado también como un logro en su objetivo de mantenerse consistente y de aumentar su experiencia, para el año entrante coronarse en ese serial de camionetas que alcanzan los mismos promedios de la Nascar, superiores a las 200 millas por hora, pero sobre todo, en una competencia que suele ser encarnizada en cada óvalo y de acceso limitado a los latinos.

Consciente de esa situación de hermetismo entre la parrilla y equipos que conforman la serie, de mayoría local, no tiene temor de ser rechazado: “Si mi comportamiento (en la pista) se caracterizara por echarle el auto a alguno para pasar, pues podría ser mal juzgado, pero creo que todo puede lograrse respetando las reglas y aprendiendo con humildad, porque hay mucho por asimilarse en esta serie.

Quiero alcanzar la estelar y abrir camino para que otros mexicanos lleguen a esta serie, anotó el piloto, cuya próxima carrera, la novena de 22 fechas, será el 13 de junio en Iowa.