Robles no quiso remover a sus delegados
Martes 2 de julio de 2013, p. 7
El coordinador de los senadores del Partido de la Revolución Democrática, Miguel Barbosa, aseguró ayer que en el Pacto por México ‘‘los partidos de oposición (PAN y PRD) ahí representados no lograron hacer cumplir al gobierno los ocho compromisos del addendum (agregado). Los delegados federales ahí siguieron, los de Sagarpa y los de Sedesol, entre otros, no movieron a nadie. Eso me inquieta y me lleva a pensar qué se debe hacer después de que no se cumplen los acuerdos por escrito’’.
Mandatarios, ‘‘incontrolables’’
En conferencia de prensa, el coordinador de los senadores del PRD insistió: ‘‘Rosario Robles, titular de la Secretaría de Desarrollo Social, fue la que no quiso remover a los delegados o es incontrolable el desempeño y las decisiones de los gobernadores en los estados en que habrá elecciones el próximo 7 de julio. Hubo fotografías políticas muy importantes en su momento, cuando vimos reunidos al gobierno federal, a dirigencias políticas y a los 14 gobernadores (…) creo que esa foto es inédita’’.
Subrayó: ‘‘El planteamiento está a la vista. Estamos advirtiendo que el Pacto por México no pudo corregir los comportamientos irregulares de las autoridades, tampoco el addéndum. Después de esto el Pacto por México tendrá que transformar su funcionamiento para preservarse. Ya no veo las repetidas fotografías de todos los hombres del poder y las dirigencias anunciando nuevas propuestas’’.
Barbosa resaltó que el pacto debe cuidarse, debe preservarse, ‘‘pero ya no puede pensarse que va a seguir funcionado como esa mesa alegre del consejo rector que opera hoy, no al menos en los mismos términos. El presidencialismo devoró al pacto. Una parte de ese consejo rector tiene enormes instrumentos de divulgación, de mercadotecnia, de estrategia, de comunicación política. El gobierno federal desarrolló dos agendas: la del pacto y la del gobierno’’.
Insistió en que ‘‘el pacto debe persistir como una mesa que produzca iniciativas, que construya propuestas, pero que no sea más una divisa para la promoción política. Debe transformarse, pero deberá reflejar la realidad que hoy tenemos, una mesa que no exponga sus resultados con fotografías, sino que refleje su eficacia y eficiencia’’.