Con 13 años de edad, Luis Enrique lanza su primer disco homónimo de música mexicana
Como gallo de pelea, con las patas por delante, inicio como cantante ranchero
Se plantó ante Vicente Fernández en un palenque y cantó El Arracadas con él; ahí empezó mi carrera profesional
, contó en entrevista el pequeño, oriundo de Zapotlanejo, Jalisco
Martes 2 de julio de 2013, p. a10
Con 13 años de edad, Luis Enrique, llamado El Gallo de Jalisco, ya cumplió varios sueños, uno de los cuales es tener en sus manos su primer disco, de título homónimo, que le da valor para expresar: Soy como los gallos de pelea y ataco con las patas por delante. Así siento que inicio mi carrera como cantante de ranchero.
En entrevista, Luis Enrique contó cómo se dieron las cosas. Como tantas familias, la suya, de apellido González, originaria de Zapotlanejo, Jalisco, tuvo que emigrar a Estados Unidos en busca de trabajo para tener una vida mejor. El riesgo de cruzar la frontera de manera indocumentada fue enorme, pero la necesidad era mucha.
De profesión albañil, su padre Luis González sacó adelante a su esposa y cuatro hijos en Estados Unidos, donde nació Luis Enrique, en California, y vivió hasta los 10 años. La economía no fue bien y las costumbres mexicanas se remarcaron; la familia regresó a su país de origen.
Poco a poco todos se fueron adaptando. Luis Enrique convenció a sus padres de que lo dejaran participar en un concurso de canto, donde quedó en segundo lugar y recibió como premio 2 mil pesos, con los que compró su boleto para ver a su ídolo Vicente Fernández en el palenque de las Fiestas de Octubre de Guadalajara, Jalisco, en 2011.
Con determinación, Luis Enrique se armó de valor y, en plena actuación de Vicente, se le plantó enfrente y le pidió la oportunidad de cantar junto a él. Conmovido por la tenacidad del pequeño, Chente le dijo: ¡Adelante, muchacho!
, y se arrancó con El Arracadas. La ovación fue inmediata y le pidieron otra e interpretó Qué chulada de mujer.
Esa fue la noche que le cambiaría la vida. De la mano de su padrino Chente ahora busca fama.
Narró que en el citado palenque, a la 1:39 de la madrugada le dijo a su papá que iba a ir a ver a Vicente más de cerca. “Fui y me encuentré a un señor medio borracho que me preguntó: ‘¿Qué haces aquí?’; le contesté: ‘Quiero cantar con Vicente Fernández’, y me respondió: ‘Órale, yo te brinco’, y me brincó...
“Después de cantar pasé a saludar a toda la familia de Vicente, mientras él decía: ‘Le voy a mandar a hacer un disco con un arreglista de los buenos’, y de ahí fui con los ejecutivos de la disquera; hablamos y ya me fui a mi lugar a disfrutar el resto del concierto. Ahí empezó mi carrera profesional.”
En diciembre de 2012 fue a Televisa San Ángel a hacer una audición y cantó La de la mochila azul. Pasó la prueba. Mi debut actoral fue el 16 de enero de 2013 en una telenovela.
–Estás muy chico y ya estás trabajando, ¿no preferirías estar jugando?
–Sí me gusta jugar, pero esto de la música me gusta mucho. Haber estado en una telenovela es algo que merece todo mi esfuerzo. Mi papá me dice que le eche ganas y que él me apoya como mi papá que es, como mi amigo. El no canta. Yo me enseñé solo, por medio de oír la música del señor Vicente Fernández en Youtube.
Ahorita estoy en primero de secundaria y la materia que se me hace más difícil es matemáticas, aunque también es la que más me gusta.
–¿Qué sientes cuando cantas?
–Siento muy bonito; es algo que hace latir mi corazón. No hay nada parecido a cantar o a montar a caballo. ¡Sí, yo soy charro y sé montar a caballo! Yo soy charro de a caballo, no charrito de pata. Mis amigos en la escuela me apoyan y no me tienen envidia.
–¿Qué piensas de Vicente Fernández?
–Es alguien en quien creo. Es el máximo ídolo mexicano.
–¿Qué piensas de que ya se quiere retirar?
–Ya ha trabajado muchos años y puede seguir grabando discos. Ya venció al cáncer y está bien que descanse. Me enseñó cómo agarrar el micrófono y cómo pararme.
–Cuando se vaya va a hacer falta otro cantante de ranchero.
–Nadie va a ocupar su lugar. Yo quisiera llegar por lo menos a la mitad de lo que ha hecho él.
Esto que hago no me cansa, porque apenas estoy empezando. Me dan nervios, eso sí. No me sudan las manos, pero sí me dan tics. Tengo que aprender a comportarme. Quiero decirle a la gente que no se olvide de la música mexicana, de la charrería, porque eso fue y es México.