El cardenal Norberto Rivera Carrera pidió a los feligreses católicos que no aceptemos propuestas antinaturales que desfiguran y oscurecen el significado de lo que es la verdadera familia, la cual, dijo, no sólo es fuente de fecundidad en todas las dimensiones y escuela de santidad, sino que además es el primer espacio en donde se nos enseñó a conocer y amar a Jesús.

Durante la homilía que pronunció ayer en la Basílica de Guadalupe con motivo del séptimo aniversario de la organización católica Unión de Voluntades y en el contexto de la festividad de los apóstoles San Pedro y San Pablo, el también arzobispo primado de México instó a los católicos a fortalecer y defender a la familia y destacó que es un gran privilegio contar con una familia unida por el amor a Dios y en la que la santidad es el ambiente en que se vive cada día.

Insistió en que la santidad no es una utopía.

Poco antes, integrantes de Unión de Voluntades, encabezados por Guillermo Bustamante Manilla, coordinador general de la agrupación, marcharon desde lo que era la glorieta de Peralvillo hacia la Basílica y durante la romería pidieron a la Virgen de Guadalupe por la paz en México y se expresaron en favor del derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural.

La peregrinación, cuyo lema fue Por la fe, la unidad y la esperanza, estuvo encabezada por una cruz de madera de casi dos metros de altura que contenía en su interior reliquias del beato Juan Pablo II, de San Francisco de Asís, de la Sábana Santa, de la tilma de san Juan Diego, de santa Faustina Kowalska, del beato Juan de Palafox, de la madre Teresa de Calcuta, del padre Pro, así como de la recién canonizada María Guadalupe García Zavala, conocida como la madre Lupita.