El arresto, luego de que el Papa ordenó indagar el banco Vaticano
La policía les imputa fraude al Estado, corrupción y calumnia
Sábado 29 de junio de 2013, p. 25
Roma, 28 de junio.
Un alto clérigo católico del Vaticano y dos de sus colaboradores fueron detenidos este viernes por conspirar para ayudar a amigos ricos a contrabandear decenas de millones de euros de Suiza a Italia, en el contexto de una investigación judicial más amplia sobre el banco del Vaticano por presunto blanqueo de dinero.
Se trata de Nunzio Scarano, de 61 años, quien trabajaba como contador en la administración financiera del Vaticano; Giovanni Maria Zito, suboficial de carabineros y comisionado a los servicios de inteligencia italianos, y Giovanni Carenzio, intermediario financiero activo en el ámbito internacional, sobre todo en las islas Canarias y en Suiza.
Los tres fueron arrestados por la policía financiera tras una orden de la fiscalía de Roma, acusados de fraude al Estado, corrupción y calumnia
. En un comunicado, indicó que las pesquisas permitieron descubrir una operación para hacer retornar a Italia unos 20 millones de euros que estaban en un banco suizo, aprovechando la posición que ocupaba Zito en el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Para efectuar la operación, Zito alquiló un avión que estuvo estacionado varios días en el aeropuerto de Locarno, Suiza. Sin embargo, diferencias entre las tres personas terminaron por arruinar el plan. Scarano había extendido dos cheques en pago a Zito, uno por 400 mil euros y otro por 200 mil, pero sólo logró cobrar uno. Al parecer el nerviosismo los traicionó y terminaron quemando sus celulares.
La justicia investiga cuál era el origen de la considerable cantidad de dinero y de las propiedades de que dispone el prelado, que a su vez tenía relaciones financieras
con el banco del Vaticano, el cual está siendo objeto de investigaciones por la justicia italiana desde hace años. Pero de inicio la fiscalía descarta que el banco esté implicado en ese caso.
Scarano, arrestado en una parroquia a las afueras de Roma y trasladado a la prisión Regina Coeli, en un principio planeaba transferir hasta 40 millones de euros a Italia para una familia de navieros en su localidad natal de Salerno, en el sur de Italia, dijo el magistrado Nello Rossi. De hecho, el prelado, quien en sus inicios trabajó en un banco alemán, fue acusado en el pasado de otros desfalcos.
La noticia se conoce dos días después de que el papa Francisco, electo en marzo, nombró una comisión de cinco cardenales para investigar las actividades del banco Vaticano –conocido como el Instituto para las Obras de la Religión (IOR)–, sospechoso durante décadas de manejos turbios y lavado de dinero, que deberá informarle exclusivamente a él.