Sociedad y Justicia
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Edita Médica Panamericana obra con enfoque quirúrgico global

Endometriosis, enfermedad de difícil diagnóstico y alta prevalencia: experto
 
Periódico La Jornada
Miércoles 26 de junio de 2013, p. 44

La endometriosis no es cáncer, pero puede matar en vida a las mujeres que la padecen. El diagnóstico de la enfermedad es difícil y no existen medicamentos eficaces para su control; sólo la cirugía en manos de expertos, advirtió Héctor Bustos, ginecólogo y autor de un libro de divulgación sobre el tema.

En entrevista, comentó que en poblaciones específicas, como mujeres con dificultad para embarazarse durante más de tres años, la prevalencia del padecimiento es de 70 por ciento, mientras entre la población femenina, en general, en etapa reproductiva, es de 5 a 7 por ciento.

Los dolores progresivos e incapacitantes durante la menstruación y en las relaciones sexuales son algunos de los síntomas más frecuentes, aunque en algunos casos las pacientes sólo presentan distensión abdominal pero han pasado años con tratamientos médicos para afecciones gástricas.

El ginecólogo puntualizó que no todo dolor menstrual es síntoma de endometriosis, la cual requiere la valoración de un especialista.

El endometrio es una capa que reviste la parte interna del útero, la cual se descama cada mes –es lo que se conoce como menstruación o regla–. Este es el proceso normal, pero en ocasiones parte del sangrado se puede ir hacia la cavidad abdominal a través de las trompas de falopio. Cuando esas células no se absorben ni se eliminan, crecen y producen el cuadro de la enfermedad. Se trata, entonces, de la presencia de tejido endometrial fuera del útero, explicó Bustos.

Entre los sitios más frecuentes donde se instalan estas células está un pliegue pequeño del peritoneo ubicado en la parte posterior del útero, en el fondo de la vagina y donde se genera el dolor durante las relaciones sexuales; otros son alrededor de los ovarios, en la vejiga, apéndice y recto.

En todos los casos existe una inflamación crónica que lesiona los órganos donde las células del endometrio se instalan.

La dificultad del diagnóstico estriba en que en la mayoría de los casos el útero de la paciente está completamente normal. La confirmación se logra con una biopsia, planteó.

También mencionó que la enfermedad es regulada por mecanismos hormonales; cuando esta actividad cesa –con la menopausia–, algunas pacientes presentan una mejora sustancial.

Sin embargo, en otras las lesiones inflamatorias son tantas y tan graves que la única alternativa es la histerectomía (quitar la matriz).

Para evitar este procedimento radical, dijo, existe un tratamiento, el único conocido y adecuado: una cirugía laparoscópica por la cual se retiran todas las lesiones posibles y en las zonas donde se encuentren.

La operación debe ser realizada por médicos expertos, pues las posibilidades de recurrencia de la enfermedad son altas. De hecho, 40 por ciento de las afectadas tienen entre tres y 10 operaciones en su historial.

De ahí la importancia de obras como Endometriosis: un enfoque médico quirúrgico global, editado por Médica Panamericana, en el que Bustos es coautor junto con expertos de Estados Unidos, Australia, Bélgica y España.