Opinión
Ver día anteriorLunes 24 de junio de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Juego Limpio

Deporte y valores

¿P

ara qué queremos al deporte si le quitamos los valores? El deporte puede ser una vía de desarrollo sólo cuando se respetan las reglas, los compromisos y la disciplina del esfuerzo: citius, altius, fortius (más rápido, más alto, más fuerte).

Diversos ejemplos muestran el riesgo de la mala práctica: padres que insultan a los árbitros, jugadores que fingen faltas, entrenadores que enseñan mañas, aficionados que exigen resultados, medios que utilizan a los deportistas y se enriquecen. El clima alrededor del deporte está expuesto a todos los fraudes imaginables. Pero sólo la sociedad es responsable de la calidad moral de su deporte, porque éste no es más que un producto de la sociedad, y los valores que ésta promueva se verán reflejados en el deporte, no al revés. Por eso, es importante afirmar que el deporte no es bueno por naturaleza, sino que son las condiciones de práctica las que pueden darle trascendencia.

¿El fin lo justifica todo?

En la reproducción de los valores sociales, el deporte da eco a esos valores en la familia. Un padre que exige a su hijo que practique futbol a pesar de que al niño le apasione otro deporte, no es muy diferente del que años más tarde le pedirá que sea abogado porque es la tradición, creando una interpretación a nivel familiar de la palabra destino: la vida como una flecha que fue apuntada hacia ti, quitando la oportunidad de autodirigirte hacia lo que quieres hacer de tu vida.

Asusta pensar que la medalla sea más apreciada que el camino para llegar a ella.

Si en algún momento buscamos conseguir algo a través del deporte, deberíamos invertir en lo más importante: brindar mejores oportunidades a los jóvenes. Para ello, es necesario recuperar y multiplicar las canchas para que en ellas se demuestre la importancia del aprendizaje a través del esfuerzo y la constancia. No se trata de convertirnos en el número uno del mundo, ni de levantar las más grandes copas, porque ninguna copa logrará que seamos mejores mexicanos. ¿Cuántas copas ha ganado Brasil y las protestas están en las calles? Sin embargo, si damos su justo valor a las cosas, a los comportamientos y procesos de aprendizaje, podríamos servirnos del deporte como uno de los mejores canales de comunicación entre generaciones, para valorarnos entre nosotros y respetar al rival.