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Jamás me afectó el rechazo femenino ni que me dijeran feo, afirma el compositor de Urge

Soy un creador nostálgico, no amargado, dice Martín Urieta

Fue cliente asiduo de las damas que venden su amor, pero no me inspiré en ninguna de ellas, porque con lo que había vivido era suficiente para escribir, dice el autor de Mujeres divinas

De sus cerca de 200 canciones también destacan Acá entre nos y Bohemio de afición

 
Periódico La Jornada
Domingo 23 de junio de 2013, p. 7

La soledad, la tristeza, el rechazo de las mujeres y las carencias económicas fueron los elementos que detonaron una de las más grandes vetas de inspiración del compositor michoacano Martín Urieta Solano, creador de temas como Mujeres divinas y Acá entre nos.

 En entrevista, el cantautor aseguró que a diferencia de grandes compositores como Armando Manzanero, quien siempre ha tenido a flor de piel la composición, él tuvo que pasar su infancia solo en un internado para su preparación escolar y alejado de la familia.

 Mi infancia me marcó la mayor parte de lo que ahora soy, sin alguien que me prodigara de cariño; crecí y fui madurando a golpes de soledad; otra situación fue el rechazo de las mujeres, siempre tuve mala suerte para ellas y eso también alimentó mi inspiración, por lo que agradezco todo lo que me pasó, porque si no hoy no estaría donde estoy, comentó.

 Urieta Solano, quien dejó su carrera de profesor de secundaria, destacó que la inspiración se compone de todos los acontecimientos de la vida, buenos o malos, gratos o placenteros: Ahora ya nada me falta, ahora puedo despedirme de esta vida con una sonrisa, pero voy a morir trabajando y componiendo canciones.

 Abundó que la inspiración se construye con base en la nostalgia y la soledad: Ese es mi caso, no así el de otros compositores, me considero un creador completamente nostálgico, más no amargado, porque el hecho de que me hayan rechazado las mujeres en mi soledad siempre fui feliz y jamás me afectó la autoestima que me dijeran feo.

 Mencionó que supo capitalizar la soledad: Sabes tú que la madre de una canción es la vivencia y trasciende más una canción con vivencias tristes y melancólicas.

 Sobre si alguna vez tuvo que comprar amor y sexo, Martín Urieta no ocultó nada y afirmó que siempre fue cliente asiduo de mujeres que venden su amor, para apaciguar sus necesidades, pero no me inspiré en ninguna de ellas, porque con lo que había vivido era suficiente para escribir.

 Afirmó que tiene actualmente cinco canciones en el tintero hechas para mí y más de 30 que nadie ha cantado.

Urieta reconoció que sí ha disminuido su inspiración a sus 70 años de edad: Claro, ya no son las mismas vivencias, ya no sufro y lo vivido nadie me lo quita.

 El compositor de Urge destacó que se considera una persona sana de la tercera edad y sin achaques, con un solo vicio, que es el de vivir en forma intensa: No dejaré de componer mientras me sigan los fantasmas del pasado, mientras no me visite el Alzheimer y mientras haya algo que me invite a escribir.

 Urieta Solano también destacó que no es un compositor prolífico, porque prefiere sacrificar la cantidad por la calidad: Un compositor que trasciende gana bien y sí puede vivir de su obra. La ejecución pública, a pesar de la piratería, puede dar todo siempre y cuando el compositor mantenga la calidad de sus letras.

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El Rey del sentimiento reveló que tiene únicamente un vicio: el de vivir con intensidadFoto Notimex

 Sin embargo y pese a la fama que ha obtenido, bajo el reconocimiento del intérprete Vicente Fernández, quien recientemente grabó un disco con canciones exclusivas para el Charro de Huentitán, Urieta reconoció que aún me falta trascender más, porque son pocas las canciones que he colocado en el gusto popular.

 Recordó que en su lista de temas hay un aproximado de 200 canciones, que se convierten en nada al lado de las 3 mil que tiene su amigo y también compositor Teodoro Bello.

 Urieta Solano, el Rey del sentimiento, quien forma parte de la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM), donde colabora en el Consejo Administrativo, recordó que hay una constante en su vida infantil y esa es el amor por la música.

 Durante la primaria y la secundaria recibió clases de música y aprendió a tocar la guitarra, el violín y la flauta, aprendizaje que le permitió empezar a escribir sus primeras líneas melódicas. Así, a los 15 años, escribió su primera canción, titulada Vuelve a Huetamo, dedicada a la tierra que lo vio nacer y crecer.

 Cuando terminó la secundaria se trasladó a la ciudad de México e ingresó a la Normal Nacional de Maestros, y posteriormente a la Normal Superior, donde se recibió de profesor de secundaria.

Se va el campo y llegan el amor y las mujeres

Durante sus estudios profesionales dedicó sus ratos libres a la música y escribió algunas canciones más, como Palmeras de Tomatlán y La perla de Cutzamala, pero un amigo arreglista, Bulmaro Bermúdez Gómez, al escuchar sus canciones, le recomendó cambiar los temas campiranos por el amor y las mujeres.

 A partir de aquel consejo dejó fluir su inspiración para componer temas como Acá entre nos, Bohemio de afición, Compréndanla, Con las alas rotas, Déjate amar, Estatua de marfil, Fruta madura, Gotita de miel, Indomable, Jaula dorada, Las mujeres más bellas y No nací para rogar.

 Además de otras canciones como Qué de raro tiene, Recordando el pasado, Moño negro, Si por mí fuera, Yo no me compartí y Urge, entre muchas otras.

 Un día se encontraba en una reunión con sus amigos y empezó a cantar sus composiciones. Mientras interpretaba su tema Te me vas al diablo, alguien lo increpó para recriminarlo por ofender a las mujeres con sus letras.

 El maestro le replicó que se molestaba porque seguramente a él nunca lo habían lastimado tanto, pero el ofendido lo contradijo: A mí siempre me han hecho pedazos el alma, ¡pero no voy a andar de chillón!, tú bien sabes que los momentos más bellos nos los han dado las mujeres!: la discusión lo llevo a escribir Mujeres divinas.