Castañas y toneles
oneles, cubas, baldes, barricas, barriles, castañas son términos para designar a los contenedores hechos con duelas de madera. Los primeros barriles llegaron a México con las embarcaciones de guerra; contenían agua dulce, aceite comestible, galletas o bizcochos, pólvora, ingredientes en salmuera, entre otros productos necesarios para las largas travesías por barco; los colocaban en unos compartimentos llamados pañoles. En la época colonial los toneleros se agruparon como gremio.
Es un arte trabajar como carpintero para hacer este tipo de contenedores. Las duelas tienen que coincidir en la curvatura para que ajusten perfectamente, pues son de varias piezas y es importante que no se salga el contenido, cuando son líquidos. En el caso de los contenidos secos, éstos tienen que mantenerse sin humedad. Los cinchos metálicos son de lámina de fierro cortada en tiras y remachada.
Tomemos en cuenta que cuando los toneles son muy pesados, tienen que resistir un trato duro, por ejemplo si se ruedan para trasladarlos. En México se usaron durante un tiempo para transportar pulque, algunas veces en carretas por caminos difíciles, y otras en ferrocarril.
Usualmente se utilizaban las maderas de castaño y de encino (roble) para elaborarlos; ahora también se hacen de pino. En el mercado semanal de Actopan, Hidalgo, se venden piezas de diferentes tamaños, entre ellas las llamadas castañas que tienen una forma especial. Son ovaladas y en un lado planas; esta forma permite que se carguen en los burros sin lastimarles el costillar, como ocurriría con un recipiente redondo.
Son varias las herramientas especiales que usan los carpinteros que se dedican a la tonelería. Agustín Escobar Ledesma, en su libro Chical, entrevista a don Roque Márquez de El Aguacate, Landa de Matamoros, Querétaro, quien menciona varias de las herramientas que utiliza. El jaure sirve para hacer en cada duela el canal donde embonaran el fondo –que regionalmente nombran papa– y la tapa; el gramil curvo, que es de madera, hacia un extremo tiene una especie de clavo que sirve para rayar en la madera una línea equidistante a la orilla. En esa región le llaman bocel a la herramienta que se utiliza para vaciar o emparejar la madera en el interior, cuando la pieza está formada.
La suela o hachuela gubia de buen acero, que le hace un herrero de Jalpan, se usa para debastar las duelas; con un berbiquí y una gran broca se hacen las perforaciones, una sierra de vuelta
sirve para cortar el fondo y la tapa; con una garlopa se alisan las duelas. Don Roque se inició a los 15 años en esta actividad; lo enseñó su abuelo que era carpintero.
