bastante tranquilo
Martes 18 de junio de 2013, p. 29
Aguascalientes, Ags., 17 de junio.
El ex gobernador Luis Armando Reynoso Femat se presentó este lunes ante el juzgado tercero de distrito para revisar su situación jurídica y de paso defendió a su hijo, Luis Armando Reynoso López, investigado por presunto enriquecimiento inexplicable.
Acompañado de su abogado, Julio Serna Ventura, el ex mandatario panista fue notificado de su situación luego que el viernes obtuvo un segundo amparo provisional contra el auto de formal prisión que le dictó el juzgado segundo de lo penal.
Ese día se le ordenó pagar una fianza de 11 millones de pesos para seguir su proceso en libertad, tras ser acusado de peculado y uso indebido del ejercicio público, por la simulación de la compra de un tomógrafo de 13.8 millones de pesos.
A bordo de su camioneta, estacionada frente al edificio del Poder Judicial Federal, Reynoso Femat dijo: Nomás vine a presentarme y a revisar con mi abogado los acuerdos, estar al pendiente. No voy a estar fuera de la ley. Estoy cuidando hasta el mínimo detalle
, recalcó.
–¿Va a pagar la fianza de 11 millones de pesos?
–¿De qué? –esquivó.
Interrogado sobre si permanecerá en Aguascalientes, contestó en tono burlón:Saludos a los amigos. No se qué vean ustedes. ¿Por qué me voy a ir? Estoy bastante tranquilo
.
Sobre el caso de su hijo, aseguró que todo es legal
y que le cedió el manejo de sus empresas inmobiliarias porque no tuvo tiempo para administrarlas durante su gestión (2004-2010). Pasaron a nombre de él, y eso está registrado perfectamente en las declaraciones de Hacienda. Por tanto, no hay nada fuera de lo común
, sostuvo.
Sobre la petición que hizo en su perfil de la red social Facebook de que no se metan con su familia, el ex gobernante comentó: Es natural que la gente se meta con las personas que somos públicas, hasta con nuestra familia. Lo de mi hijo es parte del grupo familiar. Nos hemos dedicado por 30 años a los desarrollos inmobiliarios. ¿Qué hay de extraño en eso? Vamos bien
–¿Nada es robado?
–Híjole. Robado, eso. ¡Ja, ja, ja! –dijo al tiempo que señalaba el teléfono celular de un reportero local.