En el afán de no dejar morir a la Confederación Deportiva Mexicana (Codeme) tras su eliminación del Sistema Nacional del Deporte, el consejo directivo del organismo solicitó, a los pocos miembros que asistieron a una asamblea extraordinaria, autorización para iniciar trámites de posible renta o venta de un sector de las instalaciones, con el fin de subsistir, al tiempo que se espera la resolución de un amparo contra la nueva ley que excluyó al deporte federado.

El que tenga mucha hambre, que se vaya, sentenció el presidente del organismo, Alonso Pérez, en relación con el probable condicionamiento de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte para otorgar presupuesto a las federaciones que continúen como miembros de la Codeme.

El dirigente recordó una frase del ex presidente Francisco I. Madero, cuando “le preguntaron que si él era millonario, por qué no repartía su dinero entre los pobres del país, y contestó que el ‘pueblo no tiene hambre de comer; tiene hambre de libertad’. Ahora sabemos bien que muchas federaciones tienen hambre y prefieren cubrirla, que tener la libertad... cada quien”.

Sólo 30 federaciones, de las 70 con voz y voto que conforman la Codeme, asistieron al llamado a la sede de Churubusco, que resultó más una reunión informativa sobre la situación del organismo, cuyos gastos de operatividad, incluidas las deudas de servicios (unos 17 millones de pesos), ya no son cubiertos por el gobierno federal, por lo que enfrenta el riesgo de embargo.

Ante el apremio de saldar los adeudos por servicios como luz, teléfono e intendencia, y el riesgo de ser embargados por falta de pagos al Infonavit, Pérez comentó que en la última reunión que sostuvo con Jesús Mena, titular de la Conade, éste se comprometió a liquidar a unos 80 trabajadores que dejaron de percibir salarios, para lo cual los involucrados ya ingresaron las demandas respectivas.

Sin embargo, también le confirmó que no respaldará gastos de oficina de las federaciones, que era una de las funciones de la Codeme con los respectivos recursos destinados desde la Conade.

Pérez se mantuvo implacable en el cuestionamiento hacia sus eternos enemigos, principalmente Mario Vázquez Raña.

Consideró que desde su retiro como dirigente olímpico, éste habría designado a Mena en la Conade, a Carlos Padilla en el Comité Olímpico, y aún comanda el proceder de Felipe Muñoz, titular de la Comisión del Deporte en la Cámara de Diputados, quien apresuró la aprobación de la nueva ley deportiva mediante la cual se borró de un plumazo a la Codeme.

En un extendido discurso, el titular de la Codeme señaló que la Conade incurrirá en faltas a la carta olímpica si cumple el plan de asignar visores para avalar la legalidad de las federaciones.

Lo que más nos interesa es la conservación de la Codeme. Somos una asociación civil formada por 84 miembros, 12 de ellos asociaciones afines. Es una historia de 80 años, no creo que ninguno de ustedes quiera que desaparezca esta unión y apoyo al deporte, indicó Pérez quien, sin embargo, dejó abierta la decisión a las federaciones, convocadas para la asamblea ordinaria el 24 de julio.

En esa reunión se realizarán elecciones, pero lo fundamental será decidir el destino de la Codeme, y se someterán a una nueva votación las posibles acciones de comercialización de la Codeme, entre ellas vender o rentar la zona que da a una puerta de acceso al Foro Sol, así como arrendar parte del edificio para eventos.