El dirigente perredista en el Distrito Federal, Raúl Flores, aseguró que hay sectores de la sociedad capitalina que presionan al gobierno de Miguel Ángel Mancera para que aplique mano dura contra grupos violentos como los que se manifestaron el pasado lunes en el Zócalo, pero nunca está de más tener tolerancia hacia los que disienten, y dijo confiar en que no se caerá en la tentación represora en ningún momento.

En el mismo sentido, la secretaria de Educación de la capital, Mara Robles, dejó en claro que hay un compromiso del Gobierno del Distrito Federal (GDF) de no reprimir a los jóvenes que se expresen en las calles de la ciudad, y en un encuentro con integrantes de ese sector de la población los convocó a asumir un gran acuerdo contra la violencia.

Visión de la derecha

Ambos se refirieron así a los hechos del pasado lunes en el Zócalo, donde un grupo de jóvenes atacó a elementos de las fuerzas públicas y más tarde la policía efectuó detenciones.

Raúl Flores expresó que justamente las exigencias de aplicar mano dura son visiones de la derecha; son las mismas visiones que sumieron al país en situaciones que ya se vieron en los últimos seis años, de violencia por todo el país. Como se ve, fueron respuestas erróneas que no atendieron las causas sino los efecto de la violencia.

Por eso, agregó, son fundamentales las acciones que está emprendiendo el gobierno de Mancera, en el sentido de estar atacando las causas sociales que generan la pobreza, mediante los esquemas de intervención social en zonas conflictivas.

Añadió que la petición de mano dura trae consigo una intencionalidad de defender intereses distintos a los de la ciudad.

La mayoría de los capitalinos quiere una cultura de la paz, ir a sus actividades cotidianas con calma, y en ese sentido el GDF seguirá avanzando en las libertades políticas, más que hacerle caso a los que pugnan por un código penal único o un retroceso de las libertades, dijo.

A su vez, Mara Robles destacó que este gobierno está comprometido hasta la médula de los huesos con jamás reprimir a los jóvenes que se expresen; sin embargo, ese compromiso de ninguna manera debe significar un abuso para que se violente el orden.

Al participar como testigo en la firma de un convenio entre el Fideicomiso de Educación Garantizada (Fidegar) y el Colegio de Bachilleres, celebrado en la Escuela de Administración Pública del Distrito Federal, la funcionaria remarcó que ésta es una ciudad de libertades, donde todo el mundo se puede manifestar, expresar y tiene la posibilidad de ser escuchado.

“Hemos luchado por tener unas fuerzas de seguridad y por ejercer el poder de una manera democrática, tolerante, con respeto a los derechos humanos.

Por lo tanto, tenemos que hacer que los jóvenes puedan expresarse de esa manera y no con violencia que lastime, precisamente, el clima de libertad en nuestra ciudad, advirtió.