Los acuerdos sectoriales firmados por México y China son sólo de intención y se debe tener mucho cuidado en lo que se concrete con la nación asiática dado el largo historial que acumula de prácticas desleales de comercio, advirtió Rodrigo Alpízar Vallejo, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra).

Si bien se congratuló de que los sectores tequilero y porcícola incrementarán sus exportaciones si China elimina obstáculos al respecto, sostuvo que en estos primeros acuerdos se dejó fuera a la industria fuerte del país, pues a Canacintra sólo se le invitó a los actos protocolarios, como la cena con el presidente Xi Jiping.

–¿Conoce a detalle los acuerdos?

–La verdad tenemos que sentarnos a estudiarlos con la gente de comercio exterior. El lunes tenemos una reunión de trabajo con nuestros presidentes de sectores para analizarlos, señaló Alpízar. Admitió que Canacintra no tiene programada ninguna cita sobre el tema con la Secretaría de Economía.

Vamos a esperar, dijo, y confió en que se establezca una agenda sectorizada con China pues puntualizó que los recientes acuerdos sólo representan un acercamiento, fueron muy generales y con pocos sectores.

Aún así se manifestó a favor de que China incremente en México inversiones productivas, no especulativas, e incursione en proyectos de infraestructura, como los trenes o ductos de gas que permitan a los industriales abaratar los costos logísticos y de producción.

Ligada a la transformación histórica e industrial que impulsó el presidente Lázaro Cárdenas durante su sexenio, Canacintra fue fundada en 1941 y a la fecha representa a pequeñas y medianas empresas de 13 industrias que van desde el químico, automotriz, metal-mecánico, de productos y materiales para la construcción y tecnología informática y de comunicaciones, hasta mueblero, maderero, industria médica y de alimentos, bebidas y tabacos.

Muchos sectores han sido desplazados por la importación de productos chinos, como los de la fundición y la forja, de herramientas, válvulas, juguetes y, en general, productos ciento por ciento industriales en los que México era muy competitivo, pero hoy la mayor parte vienen de China, aseveró Alpízar Vallejo, en entrevista con La Jornada. Sectores que se han deteriorado y que no debimos haber perdido nunca, pero para los que se requiere desarrollar programas muy específicos, abundó.

Consideró que con el nuevo lanzamiento en la relación México-China, el gobierno federal trata de sacar de la agenda todas las malas prácticas cometidas por ese país, como los productos fuera de norma, piratería, contrabando, subvaluación o triangulación de importaciones que por años han confrontado a ambas naciones.

Yo vi como un inicio de romance en el que hubo muchas atenciones protocolarias, muchos temas sociales, visitas, viajes, pero no un análisis de fondo de malas prácticas comerciales de China que investiga la Unidad de Prácticas Comerciales Internacionales (UPCI) de Economía, porque no era el momento, aseveró.

Tajante, Alpízar Vallejo rechazó un tratado de libre comercio con China justo porque, insistió, “es el país que presenta el mayor número de prácticas desleales de comercio en el mundo y acumula la mayor cantidad de denuncias en casos de dumping, por lo tanto, mientras no tenga una política de comercio justo México debe ser mucho más cuidadoso con ella”.