A dos días del multihomicidio en el gimnasio Body Extreme en la colonia Morelos y a dos semanas de la desaparición de un grupo de jóvenes de ese mismo barrio en el bar Heaven de la Zona Rosa, ambos puntos de la ciudad se mantienen en calma y vecinos, comerciantes y prestadores de servicios desarrollan sus actividades con normalidad.

Incluso por la noche, en la esquina de las calles Panaderos y Alfarería, próxima al lugar donde fueron ejecutadas cuatro personas, se ofició como cada mes la misa que los vecinos consagran a la Virgen de Guadalupe frente al altar construido en uno de los recodos de ese cruce.

A unos metros, sólo la presencia de una patrulla de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y los cuatro uniformados que resguardan el establecimiento dan cuenta del aseguramiento del lugar, en cuya entrada permanecen los sellos de la Fiscalía de Homicidios de la Procuraduría General de Justicia capitalina (PGJDF) y una veladora apagada.

Hilda Hernández, quien atiende un negocio de agua embotellada a un costado del Body Extreme, afirmó que el ambiente es de normalidad: La gente está un poco espantada porque de este lado no había pasado esto, pero todo está normal.

Al mediodía, un helicóptero de la SSP realizó sobrevuelos en el área y una camioneta de la misma dependencia circuló continuamente por la calle de Panaderos, pero la mayor presencia de uniformados se notó sobre el Eje 1 Norte, donde cada tramo de calle se agrupan entre tres y cuatro uniformados.

Juan Carlos López, quien vende bolsas con tunas y jugo del mismo fruto en un carrito de súper, dijo que percibe un ambiente de tranquilidad y aseguró que el volumen de personas que caminan entre los comercios es el normal en una tarde de sábado, no menos ni más que antes de la desaparición de los jóvenes en el Heaven y el multihomicidio del Body Extreme.

En la Zona Rosa, frente al Heaven, algunos curiosos se acercan a leer las fichas de los jóvenes, emitidas por el Centro de Apoyo para Personas Extraviadas y Ausentes y el resguardo de un policía de investigación vestido de civil, así como de una patrulla de la PGJDF, son los únicos indicios de actividad.

Fotografías de las 12 víctimas, como Jerzy Ortiz de 16 años y Said Sánchez –hijos de Jorge Ortiz Reyes El Tanque y de Alejandro Sánchez Zamudio, El Papis, respectivamente, ligados a bandas delictivas en Tepito– aparecen tiradas en la banqueta, sin que las autoridades hayan logrado establecer su paradero.