La nación seguirá ejerciendo la propiedad y explotación de hidrocarburos, dice
Conservará su carácter de patrimonio del Estado, pero con capacidad para competir como empresa de clase mundial, dice
Enumeró seis retos ineludibles
para maximizar producción
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si queremos superar los desafíos del siglo XXI, no podemos seguir operando con esquemas y procedimientos del siglo pasado. Necesitamos un nuevo Pemex, para liberar el gran potencial económico y social de MéxicoFoto Presidencia
Sábado 8 de junio de 2013, p. 5
Mazatlán, Sin., 7 de junio.
Petróleos Mexicanos (Pemex) no puede seguir operando con esquemas y procedimientos del siglo pasado. El país requiere de una empresa transformada para responder con celeridad y flexibilidad a los nuevos equilibrios energéticos globales y a los avances tecnológicos en el uso y eficiencia de diversos combustibles, planteó el presidente Enrique Peña Nieto.
Habló además de la existencia de un acuerdo esencial
para mantener a la paraestatal como pública de carácter productivo, que se conserve como propiedad del Estado, pero que tenga capacidad de competir como empresa de clase mundial
, y pidió que haya un trabajo corresponsable de las principales fuerzas políticas, de los legisladores y del gobierno de la República para cambiar la petrolera.
En el aniversario 75 de la creación de Pemex, Peña Nieto abanderó cuatro nuevos buques-tanque de la empresa.
Más tarde ubicó en seis los retos ineludibles
para ampliar la capacidad de ejecución de exploración y producción de hidrocarburos y maximizar así la renta petrolera:
Hacer de Pemex un modelo de eficiencia, transparencia y rendición de cuentas
, liberar su potencial de inversión e innovación, afianzarla como industria generadora de otras industrias, orientar sus inversiones hacia actividades de mayor valor agregado y rentabilidad social, fortalecer la ética corporativa y su responsabilidad social, y promover la sustentabilidad social.
Cumplir con todo ello, añadió, exige la responsabilidad y el compromiso de los trabajadores del sector petrolero y de su sindicato.
Entre quienes hoy estuvieron en la ceremonia muchos lanzaron incontables y sonoras porras del tipo ¡petroleros, Peña Nieto!
, aunque la ovación rotunda la dirigieron a su líder, Carlos Romero Deschamps.
El mandatario insistió en su decisión de no privatizar Pemex, palanca de bienestar y progreso
y patrimonio fundamental de los mexicanos. Y subrayó también: la nación seguirá ejerciendo plena soberanía sobre la propiedad, el control y la explotación de nuestros hidrocarburos
.
En esta ocasión, Peña Nieto estuvo en el buque Rarámuri, con el Centla, Jaguarondi y Texistepec requirieron una inversión de 140 millones de dólares. Tienen capacidad para almacenar 320 mil barriles de hidrocarburos y fueron construidos en astilleros de Corea del Sur. Los describió como barcos con altos estándares de protección ambiental, menor gasto de combustible, más veloces y con los cuales la industria nacional podrá elevar su productividad.
El secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, describió las tareas necesarias en renglones como el transporte, almacenamiento y distribución de hidrocarburos, fortalecer la capacidad de transformación de fuentes primarias de energía en productos refinados, petroquímicos y electricidad y en la producción de crudo, entre otros.
El titular de Pemex, Emilio Lozoya, se refirió a la nueva etapa de desarrollo de la empresa con el fin de convertirla en una fuente de competitividad para la economía, mediante la oferta de mejores combustibles, más baratos y limpios.
Romero Deschamps aseguró: los trabajadores no nos servimos de Pemex y sólo servimos a la institución
.
El gobernador de Sinaloa, Mario López Valdez, habló de los proyectos necesarios para su estado y pidió apoyo para los productores del campo.