Nacional Monte de Piedad (NMP) pospuso el desalojo del Centro de Rehabilitación y Revitalización Pedro Romero de Terreros –donde acuden personas de la tercera edad, como punto de encuentro y a recibir terapia física–, al prorrogar seis meses más el comodato firmado con la Fundación para la Promoción Humana (FPH), encargada de prestar los servicios mencionados.

En un encuentro realizado ayer al mediodía, el director general de la FPH, Ignacio Hernández Zenizo, informó a los usuarios del centro que había enviado una carta a Nacional Monte de Piedad solicitando a sus directivos una prórroga para el desalojo del inmueble, que la institución había anunciado desde inicios de abril, con objeto de remodelar la sede.

En su respuesta, dijo, el subdirector jurídico de NMP, Fernando Rivera González, informó que acepta la petición, al extender el comodato por seis meses más, y de esa forma se posponen los trabajos de remodelación del centro de rehabilitación.

El director de la FPH señaló que en este tiempo buscarán opciones, ante la posibilidad de que de todas formas deban abandonar la sede; afirmó que se estudiará la posibilidad de recontratar al personal que atendía a las personas de la tercera edad, el cual fue liquidado el lunes anterior y cuyo regreso es solicitado por los usuarios.

En la reunión, las personas que reciben asistencia se mostraron alegres por no tener que abandonar el inmueble por el momento; subrayaron que para ellas este espacio es vital e indispensable.

El ex legislador Jesús González Schmal, representante legal de los ancianos, saludó que se posponga el desalojo, pero advirtió que no se aceptará la reubicación a ninguna otra sede, pues la mayoría de los beneficiarios vive en las inmediaciones del sitio.

En todo caso, dijo, se estudia la alternativa de pedir a una institución distinta a la Fundación para la Promoción Humana que se haga cargo del centro para no abandonar sus actividades. El Monte de Piedad no puede cambiar discrecionalmente el uso de este lugar y vamos a estar pendientes para que no sigan molestando ni violentando inhumanamente a las viejitas, enfatizó.

La única opción que no está en juego es la de irse. Si la FPH no puede atendernos, nosotros tenemos otras 20 instituciones de asistencia privada que pueden llevar a cabo el servicio, indicó.