“Mi nuevo disco, La noche más larga, trata de no dormir, de mucho amor y de… muchas tonterías”, expresó en entrevista telefónica desde España la cantante y compositora Concha Buika, quien detalló los pormenores y alrededores de este, su disco de estudio número seis, en el que la producción fue sin amarres, sin ataduras, libre, espontánea, sacando amor, pasión, dijo.

Buika nació en Palma de Mallorca, en 1972. Su origen es guineano y creció en un barrio entre familias gitanas, se informa en Internet.

Su elección profesional por la música nació cuando en Londres acudió a un concierto del guitarrista de folk-jazz Pat Metheny. Luchó mucho, cantando en bares ante unas decenas de personas, y el esfuerzo dio frutos años después. La noche más larga sigue al recopilatorio En mi piel, de 2011. Desde entonces han ocurrido muchas cosas en la vida de la artista. Los temas que grabó para La piel que habito, de Pedro Almodóvar, terminaron de catapultarla internacionalmente y las giras se hicieron más largas y más exitosas.

La noche más larga saldrá a la venta mañana; contiene 12 canciones. Buika firma cinco de ellas, entre las que se incluyen dos composiciones que ya grabó para En mi piel, las cuales reaparecen en versiones radicalmente distintas. Así, Como era y Sueño con ella se convierten en algo nuevo, en un cedé a ritmo de jazz, flamenco, músicas africana y cubana.

Pat Metheny la acompaña en No lo sé. La noche más larga cuenta con siete versiones y hay temas de la autoría de Roque Narvaja, Fito Páez, Billie Holiday, Abbey Lincoln, Dino Ramos, Ernesto Lecuona y Jacques Brel.

La acompañan sus dos pilares: Iván Melón Lewis (piano, teclados, percusión, arreglos y dirección musical) y Ramón Porrina (percusión, coros, arreglos). Buika produjo este álbum junto a Eli Wolf (ganador de un Grammy en 2013).

Añadió que en este disco se hace mención de esas noches largas en las que nos las pasamos discutiendo por nada, por boberías.

La noche a la que se refiere Buika es un ámbito que desea no se dé en el día. No obstante, ella no sale de juerga, de marcha, como se dice en España. Eso es algo que detesto; nunca me ha gustado. Yo a partir de las nueve de la noche estoy muy agusto en mi casa. Lo hice mucho en mi adolescencia. Reconozco que la noche, si no es por amor, no me gusta en eso de la calle.

Del cedé, precisó que el proceso de producción “fue muy salvaje. No nos preguntamos en qué ritmos estábamos tocando, si esto era uno u otro, o qué. Nos encerramos en el estudio y le pusimos mucho corazón y mucha piel. Fuimos a Nueva York y grabamos con otros compañeros; luego volvimos a Madrid para redondearlo. No es un disco hecho desde la conciencia; lo hicimos desde el olvido.

En la voz, en la interpretación, siempre soy yo. Soy la misma cantando desde diferentes visiones. Ahora canto desde una prisión de la que yo tengo la llave. Desde una prisión con las rejas abiertas.

Cosas del armario

Expuso que al grabar le pedía a Melón que tocara algo y ella cantaba desde su “selva más primitiva. El arreglo es la música en sí, para mí, y así canté todas las canciones, desde mi esencia más absoluta. Yo siempre canto desde la necesidad de sacar cosas del armario. Tengo que soltar; así puedo abrazar otra vez.

“No hay drama. No he conocido jamás esa palabra. Es algo que me parece tan aburrido y tan poco productivo. Yo creo que la vida es dura, pero no es necesario sufrir. Eso de convertirse en víctima… no sé. Eso del perdón y esas cosas, pues, no practico los deportes de riesgo. De eso ya está lleno el mundo y nadie va a echar de menos que yo no lo practique.”

Espera estar pronto en México, donde tiene su tribu, afirmó.