Domingo 2 de junio de 2013, p. a14
Río de Janeiro. Maracaná pasará este domingo una prueba de fuego con el duelo amistoso entre las selecciones de Brasil e Inglaterra, el primer partido a plena capacidad que alberga desde su remodelación el mítico estadio que será sede de la final de la Copa Confederaciones 2013 y del Mundial 2014. Cerrado los recientes tres años por reformas, Maracaná, el templo del futbol brasileño, reabrirá sus puertas un mes después del duelo entre los amigos de Ronaldo y los de Bebeto, que se disputó con aforo limitado. En esta segunda y definitiva prueba fueron puestas a la venta todas las plazas disponibles (78 mil 800 en total) y se agotaron cuando faltaban poco más de 24 horas para el inicio del partido.