Anuncia su presidente que se rechazarán transacciones sospechosas y clientes impropios
tolerancia ceroa delitos financieros
La entidad, ligada con lavado y grupos criminales, reporta este año siete operaciones anormales
Sábado 1º de junio de 2013, p. 21
Ciudad del Vaticano, 31 de mayo.
El llamado Banco Vaticano quiere despejar todas las sombras que empañan su reputación con una política de tolerancia cero
a los delitos financieros, aseguró su presidente, Ernst von Freyberg, en una entrevista publicada por el diario italiano Corriere della Sera.
En sus 71 años de historia, el oficialmente denominado Instituto para Obras de Religión (IOR) ha sido vinculado al fraude, el lavado de dinero, grupos criminales italianos e incluso con la desaparición, hace tres décadas, de una adolescente en Roma.
Von Freyberg señaló que está trabajando para introducir una política basada en rechazar transacciones sospechosas y clientes impropios, así como en una determinación para combatir a todos los involucrados en actividades impropias
.
El aristócrata, de origen alemán, fue nombrado al frente de la entidad en febrero pasado, cubriendo la vacante que dejó en mayo del año pasado la abrupta destitución del italiano Ettore Gotti Tedeschi, en medio de circunstancias que nunca fueron aclaradas del todo.
Sólo instituciones y ciudadanos vaticanos, así como monjas y sacerdotes de todo el mundo, pueden depositar dinero en el IOR, pero ha habido sospechas de oscuros personajes que usaban la entidad utilizando a religiosos como fachada.
Al hacerse eco de estas preocupaciones, el comité sobre lavado de dinero del Consejo de Europa otorgó el pasado julio al Vaticano una nota regular en cuanto al cumplimiento con los estándares de transparencia internacionales e instó al IOR a revisar por completo la base de datos de sus clientes.
El banco se comprometió a terminar la tarea a finales de 2012, pero hasta el momento no lo ha conseguido. Von Freyberg aseguró que se puso ahora el 31 de julio como nueva fecha límite, y anunció que el primero de octubre la entidad publicará su balance en Internet.
Según el funcionario, el IOR tuvo ganancias por 86.6 millones de euros el año pasado, resultado muy positivo frente a la media de 69 millones de euros entre 2009 y 2012. El banco tiene alrededor de 19 mil clientes.
Von Freyberg añadió que este año ha habido siete casos de transacciones sospechosas, frente a las seis de 2012, tal como informó la semana pasada la Autoridad de Inteligencia Financiera, oficina vaticana de lucha contra el lavado de dinero.
El Vaticano aspira a sumarse a una lista blanca
de estados que cumplen todos los estándares internacionales de transparencia financiera establecidos por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
Los esfuerzos se han acelerado bajo el papado de Francisco, quien fue elegido tras el escándalo Vatileaks, en el cual se filtraron documentos que apuntaban a la existencia de nepotismo y corrupción en la jerarquía vaticana.
En abril pasado el pontífice manifestó que instituciones como el IOR eran necesarias sólo hasta cierto punto
, lo cual desató rumores sobre una reforma radical del banco.