Martes 28 de mayo de 2013, p. 3
La creación de la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas (UBPD) fue empujada por familiares que desconocen el paradero de sus consanguíneos, como el caso de las madres que de manera reciente permanecieron nueve días en huelga de hambre frente a las instalaciones de la Procuraduría General de la República (PGR) para presionar al gobierno de Enrique Peña Nieto a que se comprometiera a apoyarlos.
Ayer, durante la presentación oficial de la nueva unidad de búsqueda, manifestaron su inconformidad porque la instancia fue anunciada sin base jurídica, recursos ni lineamientos. Por ese motivo, Jaime Olivares, quien tenía su lugar en el presídium y participaría con un pronunciamiento, decidió no sentarse junto a los funcionarios y no hablar.
Al concluir el acto, los funcionarios se retiraron sin dar oportunidad a preguntas, por lo que familiares los interceptaron para exigirles resultados. ‘‘No queremos promesas, queremos que en verdad cumplan, que trabajen, que no sean chismes y mitotes nadamás. El pueblo les paga’’, les gritó Olga Reyes, quien tiene a seis familiares asesinados en Ciudad Juárez.
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y la subsecretaria de Derechos Humanos, Lía Limón, fueron interpelados por los familiares de las víctimas. La señora Beatriz Mejía, llorando, entabló un diálogo con el hidalguense:
‘‘Yo no vengo a mendigar justicia, ¿qué van a hacer?’’. expresó
Osorio Chong expuso que el objetivo del gobierno federal es ‘‘unir todos los esfuerzos de todas las autoridades’’. Finalmente, el funcionario le prometió atenderla personalmente e instruyó a un asistente a tomarle sus datos.
Cuando los funcionarios salieron de las instalaciones de la PGR, las madres que instalaron la huelga de hambre hicieron un pronunciamiento sobre lo ocurrido. Margarita López, madre de la joven Yahaira, desaparecida en Oaxaca, dijo que se retiraron con una gran decepción, pero esperarán esta semana para ver si hay avances en los lineamientos de la nueva unidad.