Se presentó en el Auditorio Nacional
Lunes 27 de mayo de 2013, p. a10
La Compañía Nacional de Danza (CND) presentó en el Auditorio Nacional, este fin de semana por segundo año consecutivo el ballet La Esmeralda, en versión del Teatro Bolshoi, con coreografía de Yuri Burlaka y Vasily Medvedev, basada en el trabajo de Marius Petipa.
La agrupación, dirigida por Laura Morelos, contó con la participación especial de Ivan Putrov, primer bailarín ucraniano que ha formado parte del Royal Ballet, entre otras importantes compañías internacionales.
La primera bailarina de la CND Blanca Ríos, da vida a Esmeralda por primera vez.
La maestra de la agrupación, Natasha Lagunas, destacó que se trata de un ballet muy completo, espectacular y exclusivo, pues hasta ahora sólo se ha presentado en el Teatro Bolshoi, en la Ópera de Berlín y en México.
Yuri Burlanka, ex director del Ballet Bolshoi y responsable de la coreografía, explicó que además de las exigencias técnicas a nivel dancístico, La Esmeralda implica el desarrollo de personajes muy fuertes, danzas de carácter, escenas de pantomima y actuación.
La versión para México es más dinámica; se buscó que todos los integrantes de la compañía tuvieran participación. El temperamento mexicano me gusta; veo que hay un encuentro directo con el nivel técnico, además son buenos actores, algo muy importante para la historia
, refirió Yuri Burlanka.
En el ballet participaron más de 80 bailarines con música en vivo interpretada por la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, con la dirección del maestro Mikhail Granovsky, director de la Orquesta del Teatro Bolshoi.
El ballet en tres actos y cinco escenas, inspirado en la novela Nuestra señora de París, de Víctor Hugo, describe la historia de Esmeralda, joven gitana secuestrada por el jorobado Quasimodo a petición del archidiácono Claude Frollo, quien sufre una pasión desenfrenada por ella, hasta que, al enterarse del rapto, el capitán Phoebus va en su rescate.
A diferencia del texto original en el que la gitana es ejecutada, este relato cuenta con un final feliz y revive el vestuario original hecho por Vsevolzhsky, gracias a la labor de la diseñadora Elena Zaytseva; además, recrea al París del siglo XV, con la escenografía de Aliona Pikalova.
El ballet La Esmeralda, que se presenta en el contexto del 50 aniversario de la agrupación, es un espectáculo que destaca no sólo por la majestuosa coreografía y vestuario, sino también por los retos técnicos e histriónicos que enfrentan los ejecutantes.
Para el bailarín ucraniano Ivan Putrov, el reto no es sólo a nivel técnico, sino actoral y emocional, lo que lo convierte en una coreografía que marcó la diferencia en el mundo del ballet a partir de su estreno en el siglo XIX.
“La coreografía no es simple, hay mucho trabajo de pies, grandes saltos, pas de deux; eso es algo de lo que hace a La Esmeralda una gloria de los grandes ballets”, expuso Ivan Putrov.