Conocido sobre todo como pintor, Bosco Sodi (México, DF, 1970) presenta ahora una exposición de cinco esculturas en el jardín principal del Museo Dolores Olmedo (avenida México 5843, La Noria, Xochimilco), en colaboración con la galería Hilario Galguera. Dado el gusto de Sodi por la materia y la textura, las piezas incluidas en Omni no son esculturas convencionales, sino que fueron realizadas a partir de piedras volcánicas, luego cubiertas con cerámica.

Sodi, quien en 2012 expuso siete cuadros escultóricos monumentales en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, expresa que no es la primera vez que exhibe escultura, ya que también el año pasado en la feria londinense de arte Frieze, la galería Eigen+ Art, de Berlín, presentó una estalactita que hice con la misma materia que los cuadros.

La peculiaridad de las presentes obras radica en que la forma la hace la naturaleza, Sodi sólo elige la piedra. Su interés por ese material lo decidí el año pasado, cuando hacía cerámica en Guadalajara, en la fábrica de José Noé Suro. Le pregunté qué pasaría si metiéramos una piedra al horno a esas temperaturas y me contestó que explotaría. Después de pensarlo mucho pregunté qué sucedería si lo hiciéramos con piedras volcánicas, que ya estuvieron expuestas y en cierto sentido curadas por el fuego. Lo probamos y funcionó.

El entrevistado señala: Me gusta mucho la idea de una piedra que viene de la lava y se vuelve a calentar a altas temperaturas. Desde un principio quería usar las piedras como lienzo, un lienzo tridimensional, pero quería incorporar el concepto de la casualidad y lo inesperado. Y si hay un material así es el esmalte cerámico: en primera no tiene color cuando lo aplicas así que tienes que imaginar los colores, contrastes y el resultado. En segunda, cuando se mete al horno se funden y se mezclan los colores, por tanto, influyen mucho el azar y las temperaturas.

A Sodi le interesa mucho la energía de las cosas, cómo el accidente y el paso del tiempo hacen únicos a los objetos, tres conceptos con que contaban las rocas. Es bien sabido, anota, la energía de las rocas, el paso del tiempo y la influencia del clima que lograron que la lava se convirtiera en estas rocas y luego el accidente que resulta al pintarlas.

De la misma manera el viaje implica para Sodi la búsqueda del objeto, ir al volcán, buscar las piezas, desplazarme a Guadalajara para pintarlas, con materiales que no conozco. Al final lo que más me interesa en mi obra y por lo cual la hago es el proceso, el viaje y lo que significa todo. El título Omni tiene que ver con el concepto de presencia e importancia de las rocas cuando uno las ve en vivo, la energía que despiden.

El proyecto con las piedras continúa, porque todavía se pueden hacer cosas muy interesantes con ellas. Este mes Sodi inaugura una exposición individual en el Instituto Valenciano de Arte Moderno, en Valencia, España. En octubre otra en la galería Eigen+ Art, y para finales de año una con la galería PACE, en Londres.