Producción interna de alimentos es una urgencia
, advierte
Sábado 25 de mayo de 2013, p. 22
Rocío Miranda Pérez, presidenta nacional de la Unidad de la Fuerza Indígena y Campesina (UFIC), llamó al gobierno federal y al Consejo Rector del Pacto por México a cumplir con la palabra empeñada el pasado 25 de abril para concretar el pacto del estado con el campo
y remarcó que el tema alimentario no puede esperar a que se concreten otras reformas estructurales, sobre todo porque en México se experimenta una crisis de producción, abastecimiento y precios
.
En entrevista lamentó y criticó la decisión del Consejo Rector de no incluir en la agenda inmediata el tema del campo y de la producción interna de alimentos cuando esta problemática dijo que es fundamental
para el país.
Sostuvo que, más allá de coyunturas, la producción interna de alimentos es una urgencia
, así como la orientación del programa especial concurrente, a fin de que los recursos se destinen a los más de 3.5 millones de productores y no a los grandes agroindustriales, como sucede actualmente.
Dijo que es inadmisible que a los campesinos no se les priorice en la agenda de las reformas estructurales e indicó que si para ser escuchados y atendidos con prontitud lo que se requiere es la movilización, entonces los hombres del campo deberán actuar en consecuencia porque lo único que se puede decir del encuentro entre el sector campesino y el Consejo Rector del Pacto por México presidido en ese momento por Jesús Zambrano es que fue pura simulación
.
La dirigente recordó que el hambre y las privaciones
de amplios sectores de la población no deben verse como fenómenos aislados, sino como la otra cara de la moneda, de un proceso de formación de grandes negocios financieros, comerciales e industriales al amparo de las estrategias económicas vigentes y puestas en marcha desde hace 30 años
.
Indicó que bajo esas estrategias las condiciones del país, han sido satisfactorias sólo para un reducido número de productores y grandes empresas agropecuarias y precisó que estos grupos se llevan 96 por ciento de los recursos de fomento productivo del gasto para el medio rural
, mientras a las familias rurales sólo se les distribuye el 1 por ciento
.