Viernes 24 de mayo de 2013, p. 35
La mitad de los alimentos y bebidas que se venden en el país son industrializados, por lo que la información en las etiquetas es fundamental para que las personas conozcan lo que consumen y, en su caso, decidan si adquieren los productos.
La encuesta mundial sobre alimentos, elaborada por la organización Consumidores Internacionales, detectó que, con un etiquetado de semáforo
, más de 90 por ciento de los consumidores pueden identificar los niveles de azúcar, grasa y sal contenidos en las mercancías.
Los resultados del estudio se dieron a conocer ayer, y de acuerdo con Xaviera Cabada, coordinadora de la Campaña de Salud Alimentaria, de El Poder del Consumidor, señaló que por la falta de un etiquetado claro, los mexicanos han estados engañados durante años por mensajes que ocultan la información sobre los riesgos del producto y, en cambio, enaltecen propiedades que no tienen o cuyo valor es irrelevante.
Y es que, con las etiquetas actuales en alimentos y bebidas, las personas no pueden detectar las cantidades de sal, azúcar y grasas que contienen los productos. Este problema se terminaría si los mensajes fueran claros, coherentes y ubicados al frente del envase.
Resaltó que incluir un semáforo con códigos de colores facilita la identificación.
La encuesta consistió en presentar a consumidores de nueve países de Europa, Asia, África y América alimentos locales pre-envasados, con y sin etiquetas de nutrición tipo semáforo. Se les pidió que estimaran si los alimentos eran altos, medianos o bajos en sal, azúcar y grasas, y que eligieran la opción más saludable a partir de una variedad de marcas similares.
El número de consumidores que hizo estimaciones precisas se duplicó con la adición de una etiqueta de nutrición frontal en el envase que fuera clara, utilizando los colores del semáforo.
Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, resaltó que cuando las personas no pueden obtener la información de manera sencilla, aumenta el riesgo de enfermedades cardiacas, diabetes y cáncer. Estos y otros males no transmisibles ocasionan más de 36 millones de muertes al año en el mundo.