El acuerdo también busca compartir mercados de capital, sostiene Peña Nieto
La medida entra en vigor el 30 de junio; se elaborará un calendario para el 10 por ciento
Viernes 24 de mayo de 2013, p. 9
Cali, Colombia, 23 de mayo.
A partir del 30 de junio 90 por ciento de los productos que intercambian los cuatro países de la Alianza del Pacífico –México, Chile, Colombia y Perú– quedará libre de aranceles y se establecerá un calendario preciso para el 10 por ciento restante, si bien trascendió que esta última medida está ligada en tiempos al cumplimiento de los plazos del acuerdo de libre comercio de Colombia con Estados Unidos.
Al término de la séptima cumbre de la alianza, el presidente anfitrión, Juan Manuel Santos, habló de un encuentro histórico
porque se adoptaron decisiones no retóricas, sino reales y concretas
para las finalidades del mecanismo: impactar positivamente en el bienestar de los pueblos, incrementar los empleos formales y cerrar la brecha de desigualdad.
Enumeró algunos: la aprobación de lineamientos de adhesión de nuevos países –el ingreso de Costa Rica se da como un hecho–; aceptar como observadores a El Salvador, Francia, Honduras, Paraguay, Portugal y República Dominicana, y abrir embajadas conjuntas de los cuatro socios de la alianza en Ghana y Singapur.
Asimismo, la desaparición de visas de negocios por parte de Perú para sus socios; expedición de un visado especial de las cuatro naciones con fines turísticos para terceros países y la creación de un fondo para la promoción de esa industria; reducción de barreras sanitarias, fitosanitarias y de regulación para facilitar el movimiento de bienes y servicios, y compartir información para combatir eficientemente la corrupción y la evasión fiscal, entre otras.
En los diversos escenarios de la cumbre, el presidente Enrique Peña Nieto dijo que este acuerdo de nueva generación
va más allá de un tratado comercial: busca también permitir el libre tránsito de personas, compartir mercados de capital y una mesa de diálogo político. Asimismo, llamó la atención sobre el incremento de la productividad y el impulso a las pequeñas y medianas empresas dentro de la alianza.
Resaltó que si bien los cuatro países tienen en común un continuo crecimiento económico en años recientes, incluso mayor al promedio regional y del mundo, así como estabilidad macroeconómica, también mantienen inaceptables condiciones de pobreza, desigualdad e inequidad en el reparto de la riqueza en sus sociedades.
De ahí, añadió, que la alianza constituye una ruta clara para revertir esos escenarios con su vigencia como estados democráticos, con plena igualdad de derechos y con instrumentos para potenciar la productividad y la producción para, de ese modo, lograr la plena integración de los más de 200 millones de habitantes que integran los cuatro países y que aportan 35 por ciento del producto interno bruto regional.
En conferencia de prensa final, Peña Nieto aclaró su expresión de la víspera, cuando afirmó que el Pacto por México no es eterno.
Es que ninguno somos eternos
, respondió. Y explicó: “Yo no he puesto caducidad, fecha o plazo al Pacto por México. Señalé con puntualidad que es un acuerdo tomado entre las principales fuerzas políticas del país y el gobierno de la República con una agenda de trabajo determinada, que es la que venimos desahogando. Ahí están los 95 puntos que comprometimos, que estamos impulsando y que se enriquecen con las iniciativas que se presentan a consideración del Congreso. (Es) difícil saber qué pasará después desde ahora, pero sin duda sienta un gran precedente (…) como muestra del avance y la madurez de nuestra democracia.”
Agregó: “El acreditar que no obstante las diferencias naturales que hay entre las fuerzas políticas, sí es posible concretar acuerdos es un ejercicio de madurez y civilidad. Esto, sin duda, dará lugar a que una vez agotada la agenda establecida y comprometida dentro del pacto, eventualmente subsista una mesa de acuerdo y de diálogo que sí sea permanente y haga posible distender o resolver cualquier diferencia que se suscite; pero hoy, pues es algo que no podemos prever’’.
Así, con la participación como observadores de la Alianza del Pacífico de los jefes de Estado de Canadá, Stpehen Harper; Costa Rica, Laura Chinchilla; España, Mariano Rajoy, y Guatemala, Otto Pérez Molina, además de una representación de empresarios de la región, los mandatario no pudieron eludir sus perfiles.
El chileno Sebastián Piñera habló de un monopolio de los profesores
, a quienes responsabilizó y consideró los verdaderos adversarios
de la revolución educativa; el peruano Ollanta Humala se quejó de la burocracia que estorba los proyectos empresariales, y Santos radicó el éxito de la alianza en los inversionistas privados. Será exitosa si ustedes son exitosos
, señaló.